El 20 de noviembre fue un día de infausto recuerdo para Iker Muniain. A cuatro día de acudir a El Sadar, el jugador navarro se lesionó en Lezama y el parte médico ofrecido por el club dejaba claro que la cuestión era seria. “Las exploraciones y pruebas complementarias realizadas al jugador Iker Muniain confirman la lesión de carácter moderado (grado II) en el músculo bíceps femoral izquierdo. Su reincorporación al grupo dependerá de la evolución de la lesión”.
El tiempo de baja estimado es de en torno a un mes. Como quiera que el encuentro ante el Real Madrid está a la vuelta de la esquina este fin de semana, habrá que descartar a Muniain, que retornará a la competición tras el parón navideño. Quizá esté de vuelta para el 3 de enero ante el Sevilla, tal vez para el 19 de ese mes frente al Celta en San Mamés.
Zorionak!
Cuando se cumple casi un mes de su lesión, el balance de los leones sin su concurso no es ni muy lucido ni sobresaliente.
Muniain se perdió la cita de Iruñea (1-2), Granada (2-0), Betis (3-2) y Eibar (0-0). El equipo ha aguantado más o menos bien, pero se ha echado en falta su creatividad, en especial en el último encuentro ante los armeros.
Y es que Iker es una referencia para el juego del equipo de Garitano. Está en plena madurez. Precisamente, hoy cumple 27 años y el club bilbaíno ha aprovechado la circunstancia para felicitarle por su efeméride, convencido de que pronto volverá a los terrenos de juego para mostrar su calidad.
Ese talento que le hizo el año pasado llegar a los siete tantos ligueros. Ahora está en cuatro y le queda toda la segunda vuelta para igualar y hasta empatar esa cifra.
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