Fue titular en la última final de Copa ganada por el Athletic. Andoni Goikoetxea considera que el equipo rojiblanco también tiene sus opciones para tumbar al Barça mañana en La Cartuja de Sevilla. A la última Supercopa se remite el ahora embajador del club bilbaíno para basar su confianza en los leones. Como pronóstico, eso sí, recurre a una frase empleada por Menotti hace ya tres décadas. Curioso.
¿Cómo está el ambiente en el Athletic?
Pues no sé. En mi ambiente, al menos, con ilusión y esperanza. Creo que el Barcelona es uno de los grandes del mundo, tiene al mejor jugador del mundo y todos son internacionales. Pero estoy ilusionado porque el Athletic sabe lo que es ganar al Barça en la Supercopa, en la Liga, en la clasificación para la semifinal de la Copa del pasado año…
No todo el mundo en Bilbao parece pensar lo mismo.
El Athletic es capaz de ganar al Barça, insisto. Todos sabemos que es complicado, que es difícil. Hay que jugarlo, hay que tener ilusión. La pena es que van a disputar la final a mil kilómetros de Bizkaia y que el aficionado se va a tener que quedar en casa. El estadio va a seguir estando vacío, que esa es una de las tristezas de lo que nos está tocando desde hace más de un año.
¿Le ve al Athletic, insisto, con la misma ilusión que antes de la final contra la Real?
No lo sé. No estoy en Lezama porque no se puede ir, pero a mí lo que me transmite mi pensamiento es que la final contra la Real de la pasada temporada no se ha podido ganar, pero queda otra oportunidad. En teoría más complicada, pero el Athletic tiene que retomar esa confianza, seguridad e ilusión por conseguir lo que se consiguió hace mucho tiempo.
¿A sacar la gabarra, se refiere?
El tema de la gabarra o no gabarra es lo de menos, lo importante es escribir otra página de la historia de este club en letras de oro. Los jugadores tienen que ser conscientes de que un título es algo importantísimo para el socio, la afición, la gente joven, la gente menos joven.
¿Para usted, por tanto, la final de la Supercopa sí vale como referencia?
Claro. Es una referencia reciente. Fue un partido complicado, un partido en el que el Búfalo metió el gol del empate (2-2) casi en el 90, dio posibilidad y en la prórroga metió Williams (2-3). El equipo ya sabe lo que es sufrir ante un equipo que tiene unas características claras, clarísimas, de juego. Siempre busca el toque de calidad, una falta determinada al borde del área, buscan la genialidad de Messi o del mismo Griezmann, de Dembèlè… Nunca sorprendiendo en velocidad, en contraataque. Siempre en base a la calidad de toda esta gente y del resto del equipo.
¿Le viene bien al Athletic que el Barça quiera el balón?
Es lo que mejor le viene. Un equipo con la defensa muy adelantada porque juegan diez contra diez en todas las acciones, dejan mucho espacio a la espalda y ahí es donde el Athletic tiene que aprovechar la salida rápida, muy vertical y con sus jugadores rápidos intentando sacar partido a esas situaciones.
¿Cómo le dejó la final ante la Real?
Nos dejó fríos a todos porque se podía haber hecho más. No fue un partido brillante. La Real supo sacar rédito a un penalti en una situación rara y luego administró bien. En la segunda parte no creamos ocasiones, no llegamos con fluidez.
¿Una decepción?
Pues sí. Claro que fue.
No es la primera del Athletic en una final. Ustedes ganaron la Copa del 84 y perdieron la del 85, pero ante el Atlético pasaron muchas cosas…
La del 85 ahí estuvimos. Se perdió, pero competimos ante el último segundo.
Ahí quería ir. Es que el Athletic, pese a haber disputado cuatro más, no ha vuelta a competir en una final de Copa.
No sé. Recuerdo la de Rumanía, la de Valencia, Madrid… No es que no competimos, es que nos ganaron y nos ganaron bien. Lo de atrás, atrás se queda. Hay que mirar el futuro inmediato y el futuro inmediato es el Barça, que es donde tenemos que mirarnos.
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