Hay cosas que trascienden más allá del propio terreno de juego. Detalles que dejan más huella que una simple o no tan simple victoria en un partido de fútbol. Suele decirse que “hay que saber perder”, pero tampoco resulta tan habitual saber ganar.
Las imágenes de la reacción de muchos futbolistas de Argentina poco después de consumar su clasificación para los cuartos de final del Mundial de Qatar en la tanda de penaltis frente a Holanda dieron la vuelta al mundo. El comportamiento de un buen número de los jugadores ‘tulipanes’ en plena fase de lanzamientos, también. Lo mismo que los bailecitos y los ‘recaditos’ del Dibu Martínez en las mismas narices de sus rivales.
El Athletic juvenil, sin embargo, tuvo un comportamiento señor el pasado jueves cuando apeó desde el punto fatídico al Sporting de la Final Four de Copa. Los cachorros supieron competir a buen nivel primero dentro del campo, celebraron su clasificación de forma educada y respetuosa y, sobre todo, fueron a consolar a sus rivales de manera cariñosa y deportiva al cien por cien. Valores.
El club rojiblanco, más allá del éxito deportivo, puede sentirse orgulloso de los jugadores, cuerpo técnico y demás componentes del Juvenil A. Zorionak!