Marcó el gol que dio al Athletic su último título de Liga, el tanto 3.000 en la centenaria historia del club de Ibaigane. Iñigo Liceranzu (Bilbao, 13-3-1959), Rocky para la afición de San Mamés, iba con todo a ras de césped. Fuera, a pie de calle y alejado de los campos de fútbol, tampoco rehúye el choque. Un central de los de antes.
¿Qué es de su vida? ¿Está un poco alejado del fútbol?
Un poco no, completamente. Desde 2010, cuando dejé el Zamora. Ahí terminamos el fútbol y yo las relaciones profesionales.
¿Desencantado?
Allí vi la política metida en un club de fútbol, impresionante, y después de ver esa mierda se me quitó las ganas de todo.
Getxo, Zalla, Lemoa, Amurrio, Barakaldo, Zamora…
Había entrenado todos los años antes de recalar en el Zamora. Si no era de inicio, en plena temporada. En Zamora, de hecho, entré en marzo y fui su tercer entrenador, salvamos la categoría y cometí el error de seguir con cambio de presidente.
¿El Athletic nunca le ha llamado desde que colgó las botas?
No, no.
¿Lo achaca a algo en concreto?
No, porque han sido ya unas cuantas directivas. No sé, no tendré condiciones.
¿Y cómo ve el Athletic desde fuera?
Cada vez más difícil. Este año ya nos hemos pegado un susto. Un sustito porque fue en noviembre, diciembre… Hasta que llegue un gordo. Hace unos seis años ya hubo uno más serio. Aguantamos hasta el último partido que había que ganarlo y se ganó.
¿El del Levante?
El del Levante.
Pero ya han pasado más de diez años de aquello.
Pues será que yo las pasé canutas porque creía que eran menos años. Susto gordo. Cuánto más dinero llega al fútbol, el Athletic lo tiene más difícil. Así de claro. Yo estoy deseando que todo esto se venga abajo, que haga boom, pero no hace. Al contrario, sigue llegando dinero. Y claro Getafe, Leganés, Levante, Eibar y demás están peleando contigo.
Cuánto más dinero llega al fútbol, el Athletic lo tiene más difícil. Así de claro. Yo estoy deseando que todo esto se venga abajo, que haga boom, pero no hace
¿Y?
Pues que han gestionado bien el dinero que ha llegado a todos los clubes. Están ahí y peleando contigo. Malo. Más peligro.
Desde su perspectiva, ¿acabar octavos es una mala temporada?
Se habla de mala temporada porque había posibilidades de Europa, pero el equipo ha llegado justito al final. Ya había salvado la categoría, el sustito que decíamos, pero en el último mes estaban justitos de fuerza. Al final se ha llevado el premio el que lo ha merecido: el Espanyol, que ha acabado como un tiro la temporada. Y también tuvo su crisis en su momento, que no ganaba a nadie.
¡Y tanto!
Rubi estaba con medio cuerpo fuera del club y de repente cambió la deriva. El fútbol es así y el Athletic ha acabado octavo.
¿Y?
Bien. Fríamente hablando es una temporada que está bien.
¿Ha sacado los números de Berizzo? 14 puntos en 11 partidos. Llegó Gaizka y fíjese. ¡Menos mal!
Con cambio de entrenador incluido, algo que no pasaba desde la temporada del gran susto al que se refería.
¿Ha sacado los números de Berizzo? 14 puntos en 11 partidos. Llegó Gaizka y fíjese. ¡Menos mal!
Pero las quejas al final eran porque el Athletic no jugaba bien.
Para eso hay que ser profeta. Ya veremos. Este año se va a echar mano de cantera, más que de otras cosas. De los seis del Bilbao Athletic que hacen la pretemporada quizás no se queden más que dos o tres como mucho. Vamos a ver si pueden aportar algo.
¿Usted qué cree?
Que hay jugadores interesantes. El equipo necesita un poco de savia nueva. Hay que ir poco a poco rehaciendo la plantilla.
El equipo necesita un poco de savia nueva. Hay que ir poco a poco rehaciendo la plantilla
¿Quiénes son sus candidatos para quedarse?
Sancet, Iñigo Vicente... Vamos a ver. El talento hay que demostrarlo en el campo. Villalibre, vamos a ver. Alguno se va a quedar y ese va a ser el refuerzo. Por lo demás, el resto de la plantilla tiene un año más que la pasada temporada.
Qué le ha parecido cómo ha gestionado el club el tema de Susaeta?
Yo creo que Susa ya tenía decidido lo que iba a hacer cuando llegó esta junta directiva. Estaba decidido antes de las elecciones. Estos dicen que iban a hablar con él. Hablaron, pero poco porque él ya lo tenía decidido de antes. Lo que le ha pasado a Susaeta nos ha pasado a muchos: te llega la hora.
¿Y a Iturraspe?
También. He leído su carta de despedida, muy bonita. Otro.
¿La ley de fútbol?
Sí. Nos ha pasado a Txetxu Rojo, Iribar, a gente muy importante que ha tenido este club y se ha tenido que ir.
¿Usted también se tuvo que ir al Elche?
Me tuve que ir, no. Me fui. Tenía oferta aquí para renovar de un año, tenía una edad y allí me ofrecieron tres. Tema más que nada económico porque yo ya estaba al final. Me notaba que no iba igual. Mejor renovar tres que uno. Kendall me dijo ‘tienes otro año si quieres’; pero tenía ofertas del Elche y del Logroñés, con Irureta, y elegí la más alta porque sabía que era el último contrato. Tenía que asegurar todo lo que podía.
¡Y el Elche bajó aquel primer año suyo!
Sí. Solucionamos el contrato y colgué las botas porque ya no estaba para más. Me dolía la rodilla y ya había disfrutado del fútbol lo suficiente.
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