“Lamentablemente le hemos visto la boca al lobo y sabemos lo que nos cuesta dar la vuelta a los partidos. Hoy (por el sábado) hemos sido muy solventes, hemos aprovechado nuestras ocasiones y ha salido un partido redondo”. Iñaki Williams, uno de los grandes protagonistas del encuentro frente al Atlético de Madrid, dejaba claro uno de los problemas del Athletic en la presente Liga.
La ‘empanada’ inicial a la que hacía referencia Yeray tras el duelo ante el Celta y que le ha costado puntos y disgustos a los leones ante rivales como Real Madrid, Rayo, Cádiz, Getafe y Mallorca, entre otros. Los leones, esta vez sí, salieron con las pilas puestas y en menos de diez minutos dejaron encarrilado, sino resuelto, el choque ante un rival con aspiraciones Champions. El mito de la caraja de salida, por tanto, quedó relegado en esta ocasión a un segundísimo segundo plano.
Marcelino cambia de sistema
Lo mismo que el de la rigidez táctica de Marcelino. El técnico asturiano, defensor a ultranza del sistema 1-4-4-2, sorprendió a propios y extraños cuando a falta de tres minutos para la conclusión del encuentro más el tiempo añadido correspondiente, seis minutos más, dio entrada de forma simultánea a Vivian y Balenziaga.
El Athletic pasó así a jugar con un 1-5-4-1. De Marcos y Balenziaga ejercieron de laterales con Vivian, Yeray e Iñigo Martínez completando la zaga por el centro; Zarraga, Vencedor, Vesga y Muniain formaron en el centro del campo; y Berenguer se quedo solo en punta.
Los leones, pese a reforzar su muro de contención, se llevaron un pequeño susto tras un remate al palo de Correa; pero acabaron neutralizando a un Atlético al que Simeone le hizo variar de sistema sobre la marcha en más de una ocasión. El argentino, curiosamente, arrancó en San Mamés con el mismo dibujo con el que terminó Marcelino.
Raúl García ante su exequipo
Cuestiones tácticas al margen también existía una especie de leyenda negra, sin excesivo fundamento de unos años a esta parte, sobre el rendimiento de Raúl García en su duelo ante el Atlético de Madrid. El futbolista navarro, un profesional de los pies a la cabeza, calló bocas. Visto lo visto a lo largo de la noche seguro que Simeone llegó a plantearse si había hecho bien al permitir que el ahora león abandonase la disciplina colchonera para venir a Bilbao.
Además de subirse al tercer cajón del podio de jugadores, junto al madridista Raúl, con más partidos disputados a lo largo de la historia de la Liga, un total de 550; Raúl García dejó constancia de su particular manera de entender el fútbol. Hermoso puede dar fe de ello. Mateu, también.
El navarro nunca regala ni facilita nada al rival. Al contrario. Su intensa forma de vivir los encuentros lo único que hace es incomodarles, ponerles en dificultad. Al rojiblanco se le vio esta vez mucho más motivado si cabe. El equipo agradeció tanto su aportación a nivel de trabajo como de hacer y saber hacer.
Arbitraje de Mateu
El asunto del arbitraje tampoco es baladí en esta ocasión. El triunfo del Athletic frente al Atlético de Madrid llegó con Mateu como colegiado y sin ningún tipo de polémica durante y después del choque. El colegiado valenciano, con su particular forma de entender y desarrollar su trabajo, tuvo esta vez una labor aseada pese a la presión que ejercieron tanto los colchoneros como su banquillo. De 41 encuentros con este árbitro, los leones solo han ganado ocho incluido el del sábado. Otro dato a tener en cuenta a la hora de valorar este triunfo ante los de Simeone.
Gol de penalti
El Athletic había dispuesto en la presente temporada de un total de ocho penaltis a favor, de los cuales solo había transformado tres. Muniain marcó ante Villarreal y Barça (en Copa) y falló ante Real y Cádiz), Zarraga convirtió el que tiró ante el Levante y Raúl García erró los suyos contra el Madrid (Supercopa) y Alavés y Berenguer ante el Villarreal. Iñaki Williams, con tranquilidad, acertó a batir esta vez a Oblak con un lanzamiento que no fue a lo Panenka, pero cerca estuvo.