Cualquiera diría que es momento para pescar en río revuelto, que el oponente está pachucho y se le puede dar un golpe casi definitivo para que decaiga un poco más en la zona baja de la clasificación. Esa sería una lectura para un encuentro de los denominados normales, pero estando enfrente un equipo de José
Luis
Mendilibar es imposible, o por lo menos nada recomendable, hacer una conjetura de semejantes trazas. Y además los derbis son impredecibles.
El Athletic tiene cita en un escenario habitualmente agradecido para sus intereses a la vista de los resultados que ha venido cosechando. Se mide a un Eibar (19:30 horas, con arbitraje de Prieto Iglesias) que está colgado de un alambre y con visos de poder caerse si el viento sopla fuerte. Sin el empuje de su gente, además, puede ser un rival más vulnerable, un nuevo ejemplo para ratificar la tendencia germana de que sin afición los equipos visitantes tienen más opciones de rascar. Hace unos meses la Real ya sacó tajada en Ipurua de un duelo a puerta cerrada.
Pero esto no son más que cábalas. Los armeros, dadas las actuales circunstancias, serán un bloque más que peligroso. Solo hace falta recordar su buena segunda parte el pasado domingo ante el Real
Madrid, a pesar de que para esa cita los azulgranas no jugaron de inicio con todo lo mejor de su despensa. Por momentos percutieron con frecuencia y claridad de ideas en la portería de Courtois y, para colmo de males, la madera se interpuso en el camino del gol armero.
Para este encuentro de Eibar, Garitano cuenta de entrada con la duda de Yuri. El reaparecido De
Marcos se encargó de sustituirle en los últimos minutos del choque ante el Atlético. Por lo demás, se espera un equipo muy parecido al que se midió a los colchoneros, con dudas en el centro del campo.
Se prevén cambios
Con Simón en la portería se supone que Capa, Yeray, Iñigo
Martínez y el tocado Yuri se encarguen de ejercer en la defensa, sin olvidar a Núñez, que jugó unos pocos minutos el domingo, o Balenziaga. En la medular, es segura la presencia de Dani
García y cabe la duda de si su acompañante será Unai
López o tal vez Vesga o San
José por aquello de su envergadura frente a un conjunto muy poderoso. El resto del equipo inicial podría completarse con Raúl
García, Muniain, Williams y Córdoba, sin olvidar otras posibles opciones como el citado De
Marcos, Lekue, Kodro o Ibai. Sancet no convenció el domingo.
Tres días después de la paliza física ante el Atlético
de
Madrid, lo lógico es que haya cambios, sobre todos sabiendo que el sábado llega a Bilbao un Betis que Rubi, su entrenador, en la cuerda floja. Dado que los leones compitieron bien ante los de Simeone, es de esperar que hagan otro tanto hoy ante un Eibar que, como siempre, saldrá al abordaje. Necesidad obliga.
La jerarquía
El encuentro es de vital
importancia para que el billete europeo pueda estar al alcance. Un triunfo en Ipurua supondría estar instalado en los 41 puntos y la sensación añadida de que el asalto es más factible. De lo contrario, las aspiraciones sufrirían un retroceso importante para un bloque al que, de momento, respetan las lesiones.
Los precedentes al menos son positivos para los rojiblancos, que en la anterior cita en campo guipuzcoano obtuvieron un 1-1 que pudo haber sido de peor signo dada la insistencia física y la presión de los futbolistas armeros. Menos mal que en una jugada simple pero a la vez muy complicada de ejecutar, Williams puso el empate a uno. Aquel día Berizzo recuperó la teoría de las jerarquías para situar de nuevo a Iago
Herrerín bajo palos en detrimento de Unai
Simón. A partir de ahí se hizo con el puesto hasta el final de la temporada.
Pero ahora será el alavés el encargado de defender la meta rojiblanca. Su actuación será vital para hacer posible el camino a un objetivo para el que hay que hilar muy fino. Y para eso al margen de defender con la habitual eficacia habrá que mostrar una efectividad en distintos aspectos que han sido el caballo de batalla del Athletic a lo largo de la temporada.
Mejorías
obligatorias
Los leones deben mejorar la calidad de sus centros, tanto a balón parado -los saques de esquina ante el Atlético
de
Madrid dejaron bastante que desear- como en movimiento. También necesitan una circulación más fluida, algo complicado dada la intensa presión que ejercen los de Mendilibar y las dificultades propias a la hora de mover el cuero en la medular y sorprender con movimientos imprevistos.
Quizá sea un partido que se decida por chispazos, por esos pequeños detalles que nacen de la naturaleza futbolística de dos equipos con similares propuestas,. Muy intensos y propensos a generar segundas jugadas, en las que Kike
García o Enrich
se mueven muy, muy bien.
Vuelta a su segunda casa
Esa será una de las grandes preocupaciones de Garitano, que vuelve a un escenario que conoce muy bien y donde es valorado y querido tras su etapa de técnico. Hoy puede ser, en cierto modo, el ‘malo’ de la película si el Athletic se impone en Ipurua. Sería casi una estocada para los armeros,que asumen este encuentro con más dificultades que en anteriores contiendas. Es un día de reivindicaciones para la cita europea o para el disgusto clasificatorio si el Eibar pierde.
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