No estaba previsto que el entrenamiento del Atlético de Madrid fuese a puerta abierta, era una sesión más de trabajo para los colchoneros para preparar el choque de este miércoles ante el Real
Mallorca. Sin embargo, el club rojiblanco tuvo la cintura y la sensibilidad para entender que era necesario dejar que los varios de centenares de hinchas que se habían dado cita en la Ciudad Deportiva, asistieran a la sesión.
Desde casi una hora antes ya había aficionados por la zona, algunos comprando en la tienda oficial de las instalaciones, otros simplemente curiosos. Muchos niños, sorprendente por ser día lectivo, pero allí estaban, esperando a ver entrar a los jugadores del Atlético para pedir un autógrafo o solicitar una foto.
Algunos hinchas se ponían visiblemente nerviosos al ver que se acercaba la hora del entrenamiento y que no se iba a poder ver. Los responsables del Atlético, al ver la situación, estudiaron las opciones y optaron por abrir el entrenamiento.
Cientos de hinchas disfrutaron de la sesión, jalearon cada vez que los rojiblancos hacían algo destacable en el entrenamiento y se lo pasaron en grande con el partidillo mixto, chicos y chicas, que se disputó para acabar la sesión.
Antes de irse, algunos jugadores como Saúl no perdieron la ocasión para acercarse y firmar autógrafos. El capitán estuvo solícito y pendiente. Como siempre.
Source link