El Atlético de Madrid tiene una cosa clara de cara a la próxima temporada. Joao Félix es innegociable. Es el pilar del futuro del equipo colchonero. La entidad entiende que la inversión de 127 millones de euros que le convirtió en la incorporación más cara de la historia del Atlético, no se ha visto aún satisfecha.
Se tienen puestas muchas esperanzas en el futuro del jugador como futbolista franquicia del cuadro del Metropolitano. Y eso que en los despachos se es consciente de las presiones a las que se ven sometidos. Por clubs que quieren y no pueden, como es el caso del FC Barcelona; o incluso por los deseos del propio agente del jugador, Jorge Mendes, siempre dispuesto a encontrar al luso un destino más acorde a sus estilo de juego. Recordemos que no hace mucho se filtraron aquellas conversaciones telefónicas en las que el agente reconocía que él habría preferido que Joao acabase en el Manchester City en vez de en el Atlético.
Es decir, que esas fricciones existen, están ahí. Pero eso no quita que los responsables del club colchonero lo tengan claro. Salvo que el jugador se plante, algo que no parece que pueda pasar ahora mismo, la idea es que encabece el Atlético del futuro. En la 22/23 comenzará su cuarta temporada y habrá pasado el ecuador de su contrato con la entidad, que expira en 2016.
Tras tres cursos ya a las órdenes de Simeone, el club colchonero confía en que la temporada venidera sea en la que por fin explote del todo y se convierta en el jugador franquicia del Atlético, el referente, la estrella.
Que tiene capacidad para ello es algo que ya demostró en las últimas campañas, si bien es cierto que hubo un gran impedimento, los problemas físicos. En la 19/20, la del título de Liga, la lesión de tobillo le dejó a medio gas en la última parte del curso, pero antes de eso se había echado al equipo a la espalda con un mes de noviembre primoroso, ocho goles y varias asistencias.
En la 20/21, la recién concluida, de nuevo, cuando mejor estaba, en la recta final, con siete goles y varias asistencias desde finales de febrero a principios de abril, se lesionaba. Y ya no reaparecería.
“Toda la gente necesita tiempo y todo lo que reclamamos y reclamábamos a Joao lo está haciendo y sobre todo le agrega lo que siempre tiene y tuvo; el gol, el talento, el uno contra uno, la visión de juego, el cabezazo, trabajando en la zona defensivamente… Todo eso es buenísimo para él. Él se enojará y se seguirá enojando conmigo, pero algún día lo agradecerá”, expresaba Diego Simeone, en medio de esa gran racha final del recién concluido curso.
LAS CIFRAS Y LOS PROBLEMAS FÍSICOS
Esos dos picos de forma, de protagonismo y goles, como los marcados ante el Manchester United, Betis, etc, son los que marcan lo que se quiere de él para la próxima temporada. El tiempo pasa y la presión aumenta. La pareja que formó con Griezmann apunta a ser la titular en ataque el próximo curso, con lo que el luso debe dar un paso adelante y superar las cifras calcadas de las dos últimas campañas, los diez goles y cinco asistencias.
Ya decimos que los problemas físicos han sido un lastre para él en estos tres años. Ha disputado 110 partidos de los 158 que pudo haber jugado en total. Es decir, que en estas tres primeras temporadas se perdió por diversas causas 48 partidos, un 30% del total. Tres de cada siete. En dos partidos no fue convocado por decisión técnica, 29 fueron por lesión, tres por sanción, tres por Coronavirus y en sólo en uno fue convocado sin llegar a jugar, curiosamente un duelo muy especial para él, el de Oporto que cerraba la fase de grupos de Champions en el curso pasado.