A falta de cuatro jornadas para que termine LaLiga, Barcelona y
Atlético de Madrid
, tercer y primer clasificado, respectivamente, se enfrentan este sábado en el Camp Nou en un duelo decisivo para el desenlace del campeonato, separados por dos puntos y obligados a ganar para sostener todas sus opciones.
Dos clásicos del fútbol español frente a frente. Una de las cosas que más desatan la curiosidad despierta en los aficionados tiene que ver con la vestimenta de los equipo. Sobre todo del visitante, más ahora que muchos clubs tienen hasta tres equipaciones para elegir. Muchas veces, los compromisos con los patrocinadores se imponen a la lógica de las propias reglas de los partidos, en los que más allá de la coincidencia de colores, se da libertad.
En el caso del Atlético no ha sido raro este año verle echar mano de la tercera equipación, la amarilla, en partidos en los que sencillamente no habría hecho falta porque podría haber jugado con la rojiblanca.
Pero bueno, en este caso, lo que nos ocupa es el partido ante el Barça en el Camp Nou y ahí el Atlético será fiel a sus colores principales. Bueno, casi. El equipo colchonero vestirá con camiseta rojiblanca y con pantalón rojo por la coincidencia de color con el del Barça, que por su parte echará mano de la equipación azulgrana que incluye en degradado la ‘senyera’ y que no le dio suerte en el único partido que la usó este curso, ante el Real Madrid.
En el caso del Atlético será la sexta vez que vista de esta guisa en este curso. Y dos precedentes no invitan precisamente al optimismo de los más supersticiosos. Fue el que usó ante el Cornellá y Chelsea, en los dos partidos que marcaron sus respectivas eliminaciones de Copa y Champions.
Con todo, es seguro que los aficionados rojiblancos preferirán que su equipo se juegue esta final con su camiseta de toda la vida, obviamente. Los otros tres choques en los que usó esta combinación completamente rojiblanca (Valencia, Cardassar y Cornellá), venció.
Entre las equipaciones suplentes, la azul la ha utilizado este curso en nueve partidos, con siete victorias, un empate y una sola derrota. La amarilla, que tan poco le gustaba a Luis Aragonés, ha sido utilizada en ocho ocasiones, con un balance de sólo tres victorias, tres empates y dos derrotas. Algo sabía de esto el ‘Sabio’… incluso de colores.
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