El Atlético manda callar en La Cerámica

El Atlético de Madrid se reencontró con la victoria ante el Villarreal. Un gol de Pedraza en propia puerta y otro de Joao Félix en el segundo tiempo dieron el triunfo a un equipo, el rojiblanco, que fue práctico y que sufrió ante un buen Villarreal, que tuvo ocasiones para ver puerta, pero en esta ocasión, Oblak fue decisivo para no encajar mucho tiempo después. El líder se rearma antes del derbi.

Tres partidos sin ganar son muchos para el Atlético,líder de LaLiga, donde sólo había conseguido un triunfo en los cuatro últimos encuentros. Era momento para reaccionar. Y el campo no era el más propicio, La Cerámica, donde no vencía desde 2015.

El inicio del choque dejó a las claras que no iba a ser fácil. Salió Simeone con el ya habitual 3-5-2, con Vrsaljko por Joao
Félix como única novedad. Saúl actuaba como carrilero izquierdo y Correa en ataque junto a Suárez, que encaraba el partido apercibido de sanción con el derbi a la vuelta de la esquina. El Villarreal, con superioridad en el centro del campo, dominaba el encuentro, con Trigueros muy suelto entre líneas y Chukwueze haciendo daño por la derecha.

Al cuarto de hora, el Cholo varió el sistema para pasar al clásico 4-4-2, con Correa por la derecha, Saúl en el medio y Llorente arriba. Mejoró algo el Atlético, que tuvo la primera ocasión con un remate del ilicitano desde fuera del área que rechazó Asenjo, bien colocado. Y justo después, llegó el gol. Córner sacado en corto para Lemar, que tuvo tiempo para poner un gran balón al segundo palo, donde apareció Savic para rematar de cabeza. Paró Asenjo pero el balón pegó en Pedraza y se introdujo en la portería. Hubo tensión, mucha, porque el asistente señaló fuera del juego del montenegrino, que estaba en posición correcta. Pero pese a la claridad de la acción, desde el VAR revisaron la acción durante tres interminables minutos, buscando quién sabe qué.

El tanto no aplacó al Villarreal, con un Atlético demasiado blando en defensa. Como en la mejor ocasión de los castellonenses en el primer acto. Un balón medido de Parejo que Gerard trató de controlar casi en el área pequeña en lugar de rematar de primeras. Se le fue, pero se lanzó en plancha. El esférico fue sacado en la línea por Koke.

No pasó mucho más en una primera parte que se fue más allá del minuto 50, pues en el VAR, un ‘activo’ Munuera
Montero reclamó la presencia de De
Burgos
Bengoetxea por una posible agresión de Lemar sobre Capoue. El francés se encontró con su compatriota y trató de quitar el brazo, pero acabó impactando en él. Al final, tras la revisión del monitor del colegiado, amarilla.

Lemar precisamente se quedó en el vestuario (ahora en la grada) en el descanso por precaución, al tener molestias por un golpe recibido. Entró Joao
Félix, que se colocó en la izquierda. Presionaba arriba el cuadro colchonero, y con ello forzó un error de Pau
Torres que recogió Luis
Suárez para disparar a puerta, pero se lució Asenjo para mandarla a córner. El palentino intervino poco después a un lanzamiento de Correa desde la frontal. Ahora mandaba el Atlético, y Emery, que no pudo contar con Alcácer por molestias de última hora, movió fichas, Estupiñán y Bacca entraron por Pedraza y Moi
Gómez. El colombiano tuvo la primera nada más entrar, pero se encontró con Oblak. Luego Gerard, que lucía algo más retrasado. No le duraba nada el balón a los colchoneros, que sufrían en este tramo del choque.

Pero cuando peor lo estaba pasando, apareció Joao Félix, que había entrado bien en el partido. Recogió un mal despeja de Pau Torres, controló con el pecho y embocó con la derecha, sin dejarla caer, para ponerla pegada al palo. Lo celebró con rabia el luso, mandando callar. Lo necesitaba. Y el Atlético. Por el 0-2, y para reactivar a su hombre con más calidad.

Villarreal – Atlético, en imágenes

Reservó Simeone a Suárez y metió a Kondogbia. Llorente quedó como hombre más adelantado. No desfallecía el Villarreal, que buscaba el gol, con Chukwueze haciendo sufrir a Saúl y con Baena disparando al palo. Entró Torreira por Correa, con Llorente pasando de nuevo a la derecha. Diez minutos para el final. De sufrimiento. Porque Baena probó de nuevo con una gran volea, pero Oblak metió una prodigiosa mano para mantener el cero tras ocho partidos seguidos encajando.

El Villarreal, que no acusaba el esfuerzo europeo del jueves, metía en su área al Atlético, incapaz de salir. Incapaz de encadenar dos pases seguidos y mantener el balón. Otra parada de Oblak, ahora a Parejo. Y se acabó. El líder volvió a ganar. Efectivo y práctico, gana en confianza. Y ahora, el derbi.

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