El
Atlético de Madrid
sigue trabajando en la planificación de la próxima temporada. Lo hace sin prisa pero sin pausa, porque hay muchas circunstancias que concurren actualmente y que dificultan todo.
Estamos en una pretemporada en la que los clubs medirán muchísimo el gasto. Ya les contamos hace tiempo que la idea que maneja el equipo rojiblanco es que el Atlético de la temporada que viene sea de continuidad. La idea es seguir con la base del equipo campeón y parchear las posiciones más desguarnecidas.
Por supuesto, un centrocampista, un pivote, la principal preocupación ahora mismo, con Rodrigo De Paul como objetivo más deseado, pero con otras opciones sobre la mesa como la de Hakan
Calhanoglu.
También un delantero centro, con varios escenarios posibles. Por un lado, el más probable, el de un complemento para Luis Suárez. Por el otro, el de un delantero de mucho peso y referencia en su posición, una hipótesis ésta que pasaría por tener que traspasar a un crack del Atlético para hacer frente a esa incorporación.
Y finalmente, está el asunto del lateral. El equipo colchonero estudia la situación, puede ser que acabe necesitando un lateral derecho y otro izquierdo, aunque en este caso, son las posiciones que menos preocupan en este sentido.
Luego, habría cuestiones puntuales que se acometerían si el mercado lo marca. Si finalmente acabase saliendo Saúl Ñíguez, por ejemplo, algo que parece complicado en este momento, habría que cubrir esa baja con un jugador importante. En el caso de que finalmente cuaje una cesión de Ivo Grbic, el equipo rojiblanco también necesitaría un arquero… Es decir, que hay operaciones a expensas de lo que suceda. Como por ejemplo pasaría si finalmente Kieran
Trippier saliese del equipo para regresar a la Premier League.
LA DIFICULTAD DEL MOMENTO
En un contexto como el actual, el Atlético no quiere precipitarse. No ha dado ninguna salida ni ha fichado aún, cuando aún quedan tres semanas para la vuelta del equipo al trabajo. Simeone quiere contar con los refuerzos lo antes posibles pero también entiende que la situación es la que es, con un mercado muy parado, sin demasiadas operaciones más allá de las de jugadores que concluyen contrato con sus equipos.
No es sólo una cuestión del propio equipo rojiblanco, es el signo de casi todos los mercados, donde no se están dando grandes fichajes porque no hay mucho dinero. El impacto de una temporada entera en medio de la pandemia mundial ha hecho que la mayoría de los equipos hayan dejado de ingresar unas cantidades importantes. y en este contexto, el Atlético también ha visto mermada su capacidad de maniobra.
Además, también está el asunto de que ahora mismo se solapan la Eurocopa y la Copa
América, lo que también ralentiza muchas de las operaciones porque muchos jugadores no quieren distracciones mientras están inmersos en ellas.
Por ello, se mide cada movimiento, se contemplan poder volver a apostar por cesiones, trueques y demás, para gastar el poco dinero que hay en objetivos muy concretos. Sin prisa, pero sin pausa. Sin precipitación.
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