El delantero del Atlético de Madrid se quejó de una acción en el área del Celta de Vigo.
El Atlético de Madrid abrió rápidamente el marcador ante el Celta de Vigo gracias al gol de Ángel Correa antes de los diez primeros minutos. Y el equipo rojiblanco se pudo ir al descanso con una ventaja aún mayor si el colegiado Hernández Hernández hubiese atendido las reclamaciones colchoneras en una de las jugadas que se dieron.
Y es que Álvaro Morata pidió penalti en un agarrón que sufrió a manos de Aidoo en el área del Celta de Vigo. La típica acción en la que los delanteros entran a un pase lateral de un compañero y el internacional español se enganchaba con el defensa del cuadro gallego. Morata caía en el área y solicitaba al colegiado falta y penalti.
Sin embargo, el árbitro canario le hacía un claro gesto diciéndole que tanto él como su rival se habían abrazado mutuamente en la acción con lo que entendía que no era penalti.
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