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El Atlético se frustra ante el Bayern y se lo jugará todo en Austria

El Atlético de Madrid no pudo certificar su pase a octavos de final. Empató ante el Bayern en el Metropolitano (1-1). Fue mejor el equipo rojiblanco, que mandó y tuvo ocasiones, pero la falta de un ‘9’ le está condenando. Lemar y Llorente acabaron como delanteros. Joao adelantó a los colchoneros en la primera mita y Müller, de penalti, daba la igualada al cuadro bávaro, con muchas rotaciones. Ahora, el Atlético se lo jugará todo a una carta en Salzburgo. Con el empate (leva tres seguidos) le vale. Pero una derrota le deja fuera.

El Atlético saltó al césped de un desértico Metropolitano (lo que hubiese sido el estadio en circunstancias normales) conociendo las cuentas para estar en octavos: ganar al Bayern. La victoria del Salzburgo en Moscú le dejaba el mismo panorama en caso de no vencer a los alemanes. Daba igual empatar que perder, porque el propósito en Austria sería el mismo: sumar un punto. Pero ganar no daba igual. Y a ello salió el conjunto rojiblanco.

Atlético – Bayen, en imágenes


Simeone sacó su once de gala en estas circunstancias. Flick, no. Reservó jugadores en la convocatoria, y también en el once. Lógico. Unos necesitaban ganar, y otros ya eran primeros de grupo. Y con este calendario tan apretado, no era cuestión de arriesgar. Sin embargo, el Bayern, que pasa por ser el mejor equipo de Europa en estos momentos, tenía argumentos futbolísticos y nombres propio para que los colchoneros no se confiasen.

Además, Flick salió con tres centrales y dos carrileros, para protegerse más. Lo mismo que Simeone, que ha encontrado en este sistema, con Trippier y Carrasco de carrileros, una alternativa que da resultados más allá de su clásico 4-4-2. El partido iba a ser una partida de ajedrez. Cuando uno movía ficha y salía de la presión rival, el otro aguardaba. Fue Correa el que avisó primero, tras un pase al hueco de Joao. Disparo con la zurda a las manos de Nübel. Respondió Sané, que la mandó arriba desde la frontal, como justo después Koke.

El que acertó fue Joao Félix. Tras una jugada por la derecha del Atlético en la que Llorente, excelso, llegó a línea de fondo para ponerla en el área pequeña. El portugués se disfrazó de ‘9’ para adelantarse en el marcador y poner el 1-0.

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Más allá del gol, al luso se le veía cómodo en el campo. Gustándose. Disfrutando. Y cuando eso pasa, el Atlético sonríe.

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Llevó después una contra Joao tras un genial giro que acabó en un pase atrás de Carrasco, dueño de la banda izquierda. Llorente, con la zurda, la envió arriba. El Bayern no daba muestras de peligro. Pero tampoco regalaba nada. Que se lo digan a Sarr, que al filo del descanso, realizó una dura entrada sobre Carrasco en zona de nadie. Vio amarilla. A ver el tobillo del belga…

Salió con normalidad en la segunda parte, con un Bayern que seguía más duro de lo habitual, aunque a saber cómo lo vería Müller desde el banquillo. Ya calentaba el alemán,junto a Gnabry y Richards. El Atlético seguía a lo suyo. Presionando. Corriendo. Mandando. Y jugando, con un gran Koke al mando, dando sentido a todo lo que hacía y, por extensión, al juego del equipo. Joao tuvo la sentencia, pero la estrelló en el larguero, aunque después la jugada había sido anulada por fuera de juego de Correa. Daba la sensación de que con un ‘9’ (Suárez), el choque estaba resuelto. Pero…

Flick metió a los tres que calentaban con media hora por delante, pero no tocó el sistema. Y cayó Giménez. Otra vez lesionado. Entró Felipe. Oblak metió la mano ante un Müller que llegaba con todo. Avisaba el Bayern, cada vez más volcado ante un Atlético al que en las contras, le faltaba el último pase y luego la definición para sentenciar. Simeone reforzó el medio con Herrera, que reaparecía. Llorente pasó a la punta junta a Joao.

Y a seis minutos del final, Felipe no midió y cometió penalti sobre Müller. Claro. Nadie protestó. El internacional alemán lo transformó. Entraron Lemar y Lodi por Joao y Carrasco para los minutos finales. Gol salvador o todo lo hecho en 85 minutos no iba a servir para nada, porque daba igual perder que empatar. Sólo valía ganar. Hermoso tuvo el cabezazo para el 2-1. Les faltaba gasolina a los rojiblancos. Ahora, se jugarán el todo por el todo la próxima semana en Austria. Peligro. Con lo bien que pintaba la cosa…


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