El Atlético de Madrid se juega el miércoles en el Red Bull Arena ante el Salzburgo estar entre los 16 mejores de Europa. Algo que ha sido la tónica habitual en la ‘era Simeone’ en el conjunto rojiblanco, salvo en la temporada 17/18, cuando acabó tercero la fase de grupos para acabar conquistando la Europa League de Lyon.
Hay mucho en juego en el plano deportivo, pero también en el económico. Porque en los despachos del Metropolitano cifran en, como mínimo, 20 millones de euros la pérdida que supondría para la entidad no estar en la siguiente fase de la mayor competición continental.
Esto, tomando como referencia lo ingresado la pasada campaña y, como decimos, como mínimo. Porque sólo en el partido del miércoles hay en juego más de 12 millones de euros (los 2,7 del triunfo más los 9,5 por estar en octavos). A ellos hay que añadir otros conceptos como el market-pool, la posibilidad de seguir avanzando rondas e incluso la posibilidad de que a finales de febrero, cuando se disputaría la ida de los octavos de final, ya pueda entrar público al Metropolitano, lo que también supondría un ingreso extra para el club.
Si ya de por sí esta fuente de ingresos que es la Champions es vital para el Atlético de Madrid en circunstancias normales, mucho más los es ahora, cuando la pandemia provocada por el coronavirus ha hecho ya un importante agujero en las cuentas de la entidad. Desde el Metropolitano tasan en uno cien millones de euros la pérdida que ha supuesto esto para el Atlético.
En el equipo todos saben de la trascendencia del partido del miércoles. Aceptan que se califique como una final, porque es lo que es para el Atlético a todos los niveles. Caer ante el Salzburgo supondría un duro golpe para el club. Y en el vestuario, comenzando por Simeone, son conscientes de ello.
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