El Atlético se va arriba

Rodrigo de Paul golpea el balón durante el Atlético-Athletic (0-0) del pasado sábado disputado en el Wanda Metropolitano. / (AFP)
Rodrigo de Paul golpea el balón durante el Atlético-Athletic (0-0) del pasado sábado disputado en el Wanda Metropolitano. / (AFP)AFP7 vía Europa Press / Europa Press

Si el perfil de los centrocampistas puede definir un estilo, en el caso del Atlético describe una evolución. Durante varias temporadas, la nómina de mediocentros llegó hasta ocho. En un mismo plantel, Simeone disponía de Gabi, Tiago, Augusto Fernández, Thomas, Saúl, Koke, Kranevitter y Keidi. Una retahíla de futbolistas con molde para ocupar el cogollo central. Las bajas de Koke y Kondogbia para el encuentro de este martes ante el Getafe en el Alfonso Pérez (19.30, Movistar LaLiga) han puesto encima de la mesa el cambio de fisonomía del plantel rojiblanco. Sea Rodrigo de Paul o Héctor Herrera, o los dos a la vez, Simeone no tiene un mediocentro de posición natural. Ahora cuenta con más delanteros y centrocampistas ofensivos de buen pie que pivotes, como reflejo del paso adelante emprendido por la dirección deportiva, en consonancia con la dirigencia y el entrenador, hace tres temporadas.

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A Simeone se le ha roto el centro del campo en un momento en el que el equipo ha dado síntomas ante el Oporto y el Athletic de tener problemas para generar ocasiones para las lustrosas delanteras que ha alienado. El preparador argentino, más que ver un problema de juego, incide en la necesidad de afilar al equipo en los últimos metros. “No tengo ninguna duda de que la contundencia hará la diferencia. Todos los equipos juegan bien, todos corren, todos presionan, todos llegan bien a los tres cuartos del campo, el final de jugada es lo que hace la diferencia entre unos y otros”, analizaba ayer Simeone. El Cholo está convencido de que si algunas de las escasas ocasiones que pudo generar su equipo en los dos últimos partidos hubiera sido concretada, la victoria no se le hubiera escapado a su equipo.

En esa recomposición del centro del campo que está obligado a acometer el entrenador rojiblanco, Rodrigo de Paul está llamado a sumir galones. Hasta la llegada de Griezmann, el volante argentino era el fichaje con el que Simeone pretendía la cuadratura del círculo con la base del equipo campeón. Buscaba un centrocampista de jerarquía, de buen pie y personalidad para sostener al equipo. Introducido poco a poco, ya contra el Athletic jugó de inicio y fue el mejor de los del medio. Cuando Marcelino equilibró las bandas para que sus cambios de orientación no fueran tan dañinos, el Atlético viró hacia un equipo más plano y previsible. Herrera, el otro futbolista señalado para hacer jugar al equipo ante tanta ausencia, ha logrado permanecer otra temporada en el club. No fue un fichaje de Simeone, pero este ha quedado convencido de que en momentos puntuales es un futbolista aprovechable. Al técnico le ha ganado su personalidad, aunque juegue un paso más lento y arriesgue en pases interiores más de lo que le gustaría. El empeño de Herrera por jugar como sabe por encima de si está acertado o no es la clásica rebeldía que no disgusta a su entrenador. Algunos de los mejores momentos que el equipo ofreció el curso pasado fueron con el mexicano al mando junto a Koke.

Defensa de Suárez

El problema en la creación de juego que ha asomado en los dos últimos encuentros contrasta con el potencial amasado en los puestos de arriba. “Suárez se incorporó de los últimos con Ángel (Correa), Trippier y Lodi. Después, en el parón de selecciones, cuando empezaba a ponerse en mejor forma tuvo que parar por un problema médico y ahora es normal que se tome su tiempo y lo hará. Es muy importante para el equipo”, defendió Simeone, que también admitió haber hablado con Griezmann para exigirle una mejor versión de la que ha ofrecido hasta ahora. “Todo lo que tenía que decir de lo que veo y de lo que quiero para que crezca se lo he dicho”, dijo el preparador argentino sobre el francés. La baja de João Félix, por su expulsión ante el Athletic, le afecta en las dos facetas en las que el campeón se atascó en los dos últimos partidos, el juego y el gol.

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