Si el estallido de la pandemia y la declaración del estado de alarma supusieron la inmediata suspensión de todas las oposiciones, la lenta pero progresiva vuelta a la normalidad, gracias al avance de la vacunación y a la reducción de la incidencia, está suponiendo una reactivación de la oferta de empleo público. En 2020, este aplazamiento hizo que miles de opositores se quedaran sin saber cuándo ni cómo se examinarían, pero también facilitó el que muchas personas aprovecharan para preparar con más tiempo las diferentes pruebas de acceso. La crisis económica atrajo además a aquellos fuertemente golpeados por la pandemia, especialmente “hombre y mujeres mayores de 40 años que habían perdido su trabajo o se vieron abocados a un ERE o un ERTE, y que se plantearon la opción de las oposiciones para conseguir una mayor estabilidad en su vida y asegurarse un trabajo digno”, sostiene Jonathan García, CEO de la plataforma OpositaTest.
El perfil del opositor sigue siendo mayoritariamente femenino, pero su edad media (39) es cinco años mayor que en 2019, y el grupo de edad más numeroso se sitúa ya entre los 36 y los 50 años (48 %, frente al 33 de un año antes), seguido por los de 26 a 35 (que bajan del 48 al 33 %) y los mayores de 50 (que suben del 5 al 13,3 %), según una encuesta realizada a principios de año por OpositaTest. Teniendo en cuenta que 2020 cerró con 936.200 personas mayores de 50 años en paro (uno de cada cuatro desempleados), la preparación de oposiciones es sin duda una opción crecientemente relevante. La mayoría de los aspirantes (un 61 %) afirma compaginar el estudio con otras obligaciones, ya sean laborales, familiares o académicas.
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No ha sido solo el perfil lo que ha cambiado: también lo ha hecho la forma de preparar las oposiciones, ya que las restricciones por la pandemia provocaron un aumento del interés en los cursos y herramientas online: “Esta tendencia se mantiene en 2021, aunque en los últimos meses vemos un cambio de metodología, que pasa de un 57 % online (desde el confinamiento hasta marzo) a un crecimiento de más del 20 % en semipresencial e incluso el resurgir de las academias presenciales”, explica Ferrán Ferrer, CEO de Emagister. Las metodologías digitales ayudan a maximizar su tiempo y contribuyen a personalizar mucho más el estudio: “Para mí, lo mejor es combinar la formación sistematizada que te ofrece el curso de una academia presencial o un centro online, junto con la búsqueda de contenidos en plataformas especializadas en temarios y pruebas anteriores, y cerrar el círculo compartiendo apuntes, formación en grupo o resolución de dudas con otros opositores”, aconseja Ferrer.
Las oposiciones más demandadas
De acuerdo con los expertos consultados, el sector sanitario volverá a ofertar un gran número de plazas en distintas comunidades autónomas: “El servicio andaluz de Salud, por ejemplo, aprobó la semana pasada su oferta de Empleo Público para 2021 con más de 4.000 plazas, además de tener todavía pendientes convocatorias anteriores”, informa Inés Bra, directora de contenidos de OpositaTest. Pero serán otros los sectores que protagonizarán un mayor aumento este año: Administración, Justicia, Universidades y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado abren el camino, sin olvidar muchas otras plazas que las comunidades tienen pendientes de convocar.
Ya sea a nivel estatal o autonómico, “las oposiciones más demandadas siguen siendo las de los grupos C2 y C1, para los que se requiere tener la ESO y el Bachillerato, respectivamente: categorías como auxiliares administrativos o administrativos”, afirma Bra. A nivel nacional, la Administración General del Estado ha convocado recientemente 1.600 plazas de auxiliares administrativos. Por otra parte, las búsquedas de cursos para preparar oposiciones los dos últimos años se concentran en las mismas temáticas: Administración Pública, Seguridad y Educación (en ese orden), según el portal de Formación Emagister. Por cursos específicos, los más buscados son los de las oposiciones de Renfe (11,6 %), Guardia Civil (8,3 %) y Auxiliar Administrativo (7,6 %).
En los últimos dos meses, se han convocado numerosas plazas de oposiciones que tradicionalmente gozan de una gran demanda entre los opositores, y de aquí a final de año se espera que se celebren las primeras pruebas de algunas de esas convocatorias:
- Ayudantes de Instituciones Penitenciarias (salario medio de 1.900 a 2.600 euros brutos mensuales (según el puesto), en 14 pagas). Se han convocado 900 plazas y se prevé el examen para después del verano. Esta oposición, a la que se accede con el título de Bachiller, ha congregado en los últimos años a una media de 12.000 personas.
- Agentes de la Hacienda Pública (salario medio de 1.400 a 2.000 euros brutos mensuales). Se trata de una oposición estatal con unas convocatorias muy recurrentes y periódicas. Este año se han convocado ya 400 plazas y el primer ejercicio se realizará en septiembre de 2021. Se accede también con el título de Bachillerato.
- Administrativos y Auxiliares del Estado. Son dos de las más demandadas por los opositores. Se han convocado recientemente (en mayo) y se espera una afluencia masiva para esta convocatoria. El salario de un Auxiliar Administrativo se suele situar entre los 1.100 y 1.500 euros brutos al mes y el de un Administrativo entre los 1.400 y 1.800 euros brutos mensuales.
- Administración de Justicia. Tienen plazas ya previstas de ofertas de empleo público anteriores y que se espera que se convoquen a finales de año.
- Policía Nacional y Guardia Civil. Han aprobado también sus ofertas de empleo público para este año, con más de 4.000 plazas de acceso libre y que se espera que se convoquen en los próximos meses.
¿Cómo tener más posibilidades de éxito?
Lo primero que se debe tener en cuenta es que una oposición se debe plantear a medio y largo plazo. “Los casos de personas que estudiando dos o tres meses consiguen su plaza existen, pero no son ni de lejos los casos comunes o normales”, advierte Jonathan García. “Lo lógico es que obtener una plaza lleve tiempo, y quien se decida por opositar debe tenerlo en cuenta”, añade. El tiempo de preparación, claro, no es el mismo en todas las oposiciones, y dependerá de la dureza de las mismas. En las de jueces y fiscales, por ejemplo, el 71 % de los aspirantes ya ha invertido al menos dos años, y un 37,4 % llega hasta cuatro.
Lo siguiente es informarse bien acerca de las opciones y posibilidades que se tienen, así como de los recursos que se necesitarán para afrontar el proceso con garantías, y sobre todo si es posible prepararlas por cuenta propia o, por el contrario, se requiere la ayuda de un preparador o academia. “Además, es importante mantenerse siempre actualizado y tener la garantía de que los materiales de estudio son de calidad y adaptados a las peculiaridades de nuestra oposición”, recuerda García.
Establecer unas rutinas saludables de trabajo, alimentación, ocio y sueño son también fundamentales a la hora de maximizar el esfuerzo y mantenerse en un estado de ánimo adecuado para una carrera de fondo como esta. “De nada sirve estudiar una semana 10 horas al día si a la semana siguiente solo le voy a dedicar dos; la constancia es clave. Hay que ser realista y establecer una rutina de estudio que se pueda llevar a cabo. Si te dedicas solo a opositar, plantéatelo como un trabajo y traza un plan donde puedas incluir también tu tiempo de ocio y, sobre todo, de descanso, pues este sirve para asentar conocimientos, recuperar fuerzas y mantener la salud mental, que también es un factor muy importante”, concluye García.
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