El Barça de basket tendrá que apretarse el cinturón

La derrota de este domingo en la final de la Euroliga ante el Anadolu Efes (81-86) ha supuesto un jarro de agua fría sobre las expectativas de los aficionados azulgrana pero, de alguna forma, puede ayudar a asentar el proyecto ganador puesto en marcha en el verano de 2019 con los fichajes de Mirotic, Higgins, Davies y Abrines y reforzado el pasado verano con la llegada al banquillo de Sarunas Jasikevicius. No se trata solo de la experiencia acumulada y del efecto de un revés como éste en el crecimiento del equipo sino también del millonario ahorro en primas que ha supuesto la derrota ante el Efes para el basket azulgrana, una circunstancia que puede hacer más llevadero el proceso de ajustes que el club va a emprender en las próximas semanas y del que ya han sido informados la mayoría de jugadores.

Los nuevos gestores del basket, con Juan Carlos Navarro al frente, han recibido instrucciones del club para que la sección se apriete el cinturón. El presupuesto del basket, en línea con lo que sucederá también en el fútbol, deberá reducirse de manera significativa y eso, ante los pocos jugadores que acaban su vinculación (Bolmaro se irá a la NBA y Pustovyi no cuenta), pasa por pocos fichajes y sin vitola de estrella, renegociar los muchos contratos en vigor e incluso abrirle la puerta de salida a algunos jugadores.

Hace semanas trascendió la intención del Barça de prescindir de Víctor Claver, al que se le invitó a buscarse un nuevo equipo a pesar de que le queda un año de contrato. Y visto su nulo protagonismo en la Final Four (siete segundos jugados en la final), es de esperar que el club haga algo parecido con Adam Hanga, al que también le resta un año.

A los que no se invite a salir se les pedirá que acepten rebajarse las fichas pactadas en su día ante la delicada situación económica en la que la pandemia ha dejado las arcas del club azulgrana. Con alguno como Álex Abrines ya se ha alcanzado un principio de acuerdo, que pasa por alargar sus años de contrato a cambio de reducir sensiblemente la cantidad contemplada para la próxima temporada en la opción de extensión sobre la que el Barça debía decidir este mes de junio.

Nadie se librará de las rebajas, ni siquiera los pesos pesados. Ahí puede llegar el principal problema, pues está por ver si las estrellas aceptarán de buen grado bajarse el sueldo. Hay que tener en cuenta que, salvo Mirotic, cuyo actual contrato es inasumible prácticamente para ningún otro equipo europeo, los Higgins, Davies o Calathes sí pueden encontrar alternativas lejos del Palau que les permitan mantener su nivel de ingresos. Sobre todo si el Barça finalmente se ve obligado a indemnizarles para romper sus contratos.

El ahorro millonario de las primas por la Euroliga puede ayudar a suavizar este proceso pero la clave será la sensibilidad del club para hacer un esfuerzo e intentar mantener un proyecto que, a pesar del revés de Colonia, sigue siendo el mejor en muchos años.


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