El Barça femenino ya es el rey de Copas


El Barcelona, un equipo que cuenta sus partidos casi por triunfos, se ha convertido este sábado en el rey de Copas del fútbol femenino español. Las blaugranas, que hace un mes perdieron su primer y único encuentro del curso en las semifinales de la Supercopa ante el Atlético, se impusieron al EDF Logroño en La Rosaleda (3-0) en un choque que desde el principio apuntó en su dirección. Un partido que pintaba desnivelado —las de Lluís Cortès son líderes en la Liga y las de Javier Moncayo están en puestos de descenso— y que solo tuvo chicha hasta el minuto 41, cuando la árbitra señaló penalti sobre Alexia Putellas. En un lateral del área, encimada por dos defensas, Putellas sintió un contacto liviano en el muslo y se fue al suelo. La colegiada decretó pena máxima —no había VAR para revisar— y la propia Alexia la convirtió. La distancia fue un océano para el Logroño, que al minuto recibió el segundo, un derechazo desde la línea del área de Aitana Bonmatí. La catalana cogió el balón en el medio del campo, avanzó hasta la línea de cal y clavó el cuero en la escuadra. El Barça, que remachó el encuentro en la segunda parte, sumó su séptima Copa de la Reina, una más que Espanyol y Levante.

El Escuelas de Fútbol Logroño aguantó 40 minutos sin recibir un gol por la formidable labor de su portera, la mexicana Pamela Tajonar, y por las ayudas continuas en defensa, generosas las diez futbolistas de campo en los esfuerzos. Plantadas delante de su área en un 4-5-1, las de Javier Moncayo no encontraron nunca respiro con la pelota a pesar de los destellos que ofreció Jade Boho. La delantera hispano-ecuatoguineana dejó un puñado de detalles en las que mostró su calidad: tiene juego de espaldas, controla el espacio y es fuerte para aguantar las embestidas de las defensas, pero se encontró sin socias para esconder el balón al Barça, un equipo intenso en la presión, que domina el partido con la pelota y juega muchísimos minutos en campo contrario.

Si el gol de las de Lluís Cortès no llegó hasta el borde del descanso, también fue por la falta de puntería de las blaugranas. Jenni Hermoso se quedó en un mano a mano ante Tajonar en el arranque del encuentro, pero al disparo de la madrileña le faltó maldad. El cuero acabó manso en las manos de la guardameta mexicana, como sucedió en el minuto 20 con un cabezazo de Lieke Martens. La neerlandesa remató a la altura del punto de penalti con demasiada suavidad. En el primer tramo, Tajonar evitó otra vez más el gol con una doble parada en un remate de Andrea Pereira tras una falta lateral. En el rechace tapó el hueco a Patri Guijarro, que remató a bocajarro sin encontrar la red.

Tras los tantos de Putellas y Bonmatí —elegida mejor jugadora de la final—, la segunda parte fue más cómoda para el Barça. Sin la necesidad de encontrar el gol, las azulgranas movieron el cuero de esquina a esquina y de lado a lado. Tuvieron ocasiones y ocasiones para celebrar una goleada mayor, pero se encontraron con Tajonar, que evitó un golazo desde fuera de Alexia Putellas y frustró un par de manos a mano ante Oshoala, que entró en la segunda mitad para sustituir a Jenni Hermoso. La madrileña había anotado de cabeza el tercer tanto cinco minutos antes de salir del campo después de un gran centro de Leila Ouahabi.

El Barça, el equipo con mayor presupuesto del fútbol español, terminó la final de la Copa sin recibir una sola ocasión de gol y cerró el torneo sin encajar un solo tanto. Con la Liga encarrilada —es primero con siete puntos de diferencia a pesar de haber jugado tres partidos menos que el segundo clasificado—, tendrá tiempo en lo que queda de temporada para pensar en la Champions, el único escalón que le falta por alcanzar.


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