El Barça firma una oda al desatino en Múnich y se jugará el pase a la Final Four en el quinto partido ante el Bayern

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Entre el ensimismamiento y la espesura, el Barça firmó una oda al desatino en el cuarto partido de la serie ante el Bayern y no pudo sellar en Múnich el billete a la Final Four de la Euroliga. La eliminatoria vuelve ahora a Barcelona y se resolverá en el Palau el próximo martes a partir de las 20.00. Los de Jasikevicius completaron su partido más desacertado de la temporada, con un horrible 5 de 29 en triples (14 de 52 en tiros de campo) y quedaron condenados al desempate para intentar llegar a Belgrado. El curso pasado fue el Zenit de Xavi Pascual el que llevó al Barça al quinto partido ganando los encuentros impares y, en esta ocasión, el Bayern también estiró el duelo ante el líder de la fase regular venciendo los pares. El ganador del Barça-Bayern se medirá al Madrid en una de las semifinales de la Final Four; en la otra, el Efes se verá con el vencedor del cruce Olympiacos-Mónaco (que también se resolverá en el quinto encuentro en El Pireo).

La puesta en escena del Barça en el cuarto partido de la serie no fue, ni de lejos, tan fina y firme como en el tercero. Resultó incluso peor que en el segundo disputado en el Palau. El Bayern se aplicó en cerrar el perímetro y no concedió espacios ni carreras a campo abierto al conjunto de Jasikevicius, que arrancó entre tupido y acogotado y no mejoró en toda la noche. Con un 0 de 6 en triples y cuatro pérdidas en el primer cuarto, tuvieron que ser Mirotic y Sanli lo que se trabajaran los primeros puntos a cuentagotas. Solo hubo dos canastas culés en los 10 minutos iniciales, una de Hayes y otra del propio Sanli. El resto de puntos, hasta sumar 12, llegaron desde el tiro libre. Del 2 de 12 en tiros de campo del Barça al 10 de 18 del equipo alemán en el primer estirón (22-12, m. 11).

Lucic, Hunter y Rubit encabezaron la audaz apuesta de Trinchieri en su intento de alargar la serie llevándola de vuelta al Palau. Weiler-Babb le ganó la mano a los generadores de juego barcelonistas y el Bayern comenzó a retroalimentar su determinación con el paso de los minutos. Mientras, el Barça fue acumulando más dudas que puntos. Mediado el segundo cuarto, entre ataques espesos y trabados, el expediente culé reflejaba un 3 de 12 en tiros de dos, un 0 de 8 en triples y seis pérdidas de balón. En total 17 puntos en 16 minutos hasta que Abrines encontró por un momento el interruptor.

El alero mallorquín no tocó ni aro en su primer lanzamiento, pero después encadenó cinco puntos en apenas un minuto, con una bandeja y un triple, que sacaron momentáneamente al Barça del atolladero. Pero el ritmo del juego siguió en manos del Bayern que, a 18 puntos por cuarto, alcanzó el entreacto con 11 de ventaja (36-25). Solo el 3 de 10 del cuadro alemán impidió un descosido mayor en el marcador. El Barça, entre atribulado e hipotenso, se marchó a los vestuarios rumiando su 1 de 11 en triples. Tres asistencias, las tres de Calathes, completaron la enclenque estadística visitante. Solo seis canastas del Barça en 20 minutos de suplicio.

Un panorama que empeoró para los de Jasikevicius en la reanudación. El técnico agitó su quinteto inicial dando entrada a Abrines, Exum y Davies, pero no le dio resultado. Un alley-oop entre Sisko y Lucic levantó al Audi Dome, mientras el Barça acumuló cuatro pérdidas más, falló otros cuatro triples y desperdició siete ataques consecutivos (39-25). Más de cinco minutos sin anotar en una oda al desatino a la que el Bayern se sumó por contagio. El marcador en ese tramo: 3-0. Hasta que Laprovittola anotó desde el 6,75 con un escorzo que alivió mínimamente a su equipo, pero no marcó tendencia. Weiler-Babb anotó el cuarto triple del Bayer y aumentó la renta local hasta un +16 (44-28, m. 27). Y no paró ahí la cosa porque Lucic anotó dos tiros libres, Mirotic cometió una falta en ataque y el parcial creció hasta el 14-6 poco antes de entrar en la recta de meta (50-31, m. 29). El conjunto de Trinchieri no perdonó. El amagó de reacción culé, del 58-40 a falta de tres minutos al 59-52 final, llegó demasiado tarde.

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