Destituido Ronald Koeman, en el área deportiva del Barcelona negocian con Xavi Hernández para que se convierta en el nuevo entrenador azulgrana. Hace días que el presidente, Joan Laporta, ha iniciado las conversaciones con el excapitán del Barça, que, según aseguran fuentes cercanas a la directiva catalana, ya ha comenzado a prepararse para tomar las riendas del Camp Nou. Xavi, sin embargo, dirige al Al-Sadd catarí. Y no desea finalizar su vínculo de manera abrupta, en tanto que tiene contrato vigente y que es uno de los embajadores del próximo Mundial Qatar 2022. Mientras se espera a Xavi, la dirección deportiva confirmó esta mañana que Sergi Barjuan, entrenador del Barça B, ejercerá de técnico interino en los próximos partidos, esencialmente el importante duelo del martes frente al Dinamo en Kiev, después de que el Barcelona cosechara dos derrotas y una victoria en el grupo E de la Champions. Antes, el equipo recibe el sábado al Alavés.
El Barcelona y Xavi han ido puliendo diferentes aspectos de lo que será su vínculo. El club, por ejemplo, ya ha aceptado que el exvolante aterrice en el Camp Nou junto a su hermano como asistente, más su preparador físico y su grupo de scouting. El Barça, en cualquier caso, no quiere revolucionar toda el área de fútbol en la Ciudad Deportiva como deseaba el actual técnico del Al-Sadd. Una de las posibilidades que contempla el Barcelona es que Xavi se haga cargo del equipo después del próximo parón de selecciones (del 8 al 14 de noviembre). En ese caso, dirigiría su primer partido en el derbi frente al Espanyol del próximo 20 de noviembre. Otra alternativa, en cambio, es esperar hasta el receso de Navidad.
La dirección deportiva, mientras tanto, pasó a Sergi Barjuan del estadio Johan Cruyff al Camp Nou. El área que dirige Mateu Alemany se decantó por el exlateral azulgrana en lugar de Albert Capellas, que había trabajó en el Barça B entre 1999 y 2003 y que regresó al Barça este verano de la mano de Jordi Cruyff después de ejercer de seleccionador de la sub-21 de Dinamarca. Será la quinta experiencia de Barjuan en un primer equipo tras dirigir al Huelva (2012-2014), Almería (2015), Mallorca (2017) y Hangzhou Greentown (2017-2019). Después de que el club despidiera a García Pimienta, este verano Barjuan regresó al Barcelona tras participar en la campaña de Laporta. En un principio la idea era que ejerciera de enlace entre el primer equipo y la directiva, pero finalmente se hizo cargo del filial. El que se descartó para entrenar al equipo fue Jordi Cruyff. Más allá de que cuando fichó por el Barça Laporta lo presentó como un comodín, Cruyff se encargó de descartar esa opción, sobre todo por la relación de amistad que le une a Koeman. “Sería un feo reemplazar a Ronald. Yo tengo principios”, aseguró en una entrevista en julio.
Desde que Laporta ganó las elecciones en marzo, Koeman quedó en el alambre. El presidente nunca se mostró convencido de sostener al neerlandés al mando del Camp Nou. Después de la dura derrota en Champions frente el Benfica en Lisboa (3-0), Laporta convocó de urgencia a su gente próxima. La idea era sustituirlo. Y Koeman ya se veía fuera. Sin embargo, después de una acalorada conversación con el neerlandés, Laporta decidió que se quedara en el cargo. “Es una situación que se te puede girar en tu contra”, le advirtieron desde su entorno. El Barça perdió ante el Atlético (2-0) y entre el parón y las victorias frente al Valencia (3-1) y el Dinamo (1-0), el neerlandés tomó oxígeno. Pero la derrota en el clásico (1-2) y la caída frente al Rayo (1-0) lo volvieron a dejar en el alambre. Sin embargo, lo que terminó por precipitar el adiós de Koeman fueron sus declaraciones en Vallecas. “Estoy preocupado por la efectividad, pero no por el juego. Hemos creado ocasiones y hemos estado a gran nivel, pero, en España, jugar bien no cuenta”, se defendió el ahora exentrenador del Barcelona en el campo del Rayo. La respuesta de Koeman terminó de irritar a Laporta.
El técnico, que no contaba con el apoyo de la directiva, también había perdido la confianza del vestuario, que cada día miraba con más recelo sus decisiones tácticas y las pocas soluciones que les brindaba durante los partidos. No encuentra paz el Barcelona. A su delicada situación económica -tiene que desembolsar 12 millones del finiquito para Koeman, cuando todavía le debe cuatro a Quique Setién-, le suma la crisis deportiva. Desde el adiós de Guardiola en 2012, por la entidad catalana han pasado tres presidentes (Sandro Rosell, Josep Maria Bartomeu y Joan Laporta), dos juntas gestoras (Ramón Adell y Carles Tusquets) y seis entrenadores (Tito Vilanova, Tata Martino, Luis Enrique, Ernesto Valverde, Quique Setién y Ronald Koeman).
Nunca, sin embargo, la salida de uno los últimos entrenadores se había producido en el mes de octubre. Como cuando tras la salida del Cristiano Ronaldo, el Real Madrid despidió a Julen Lopetegui un 29 de octubre de 2018, el Barcelona no puede digerir el adiós de Messi y despide a Koeman un 28 de octubre. Lo hizo de madrugada, en un avión y antes de la reunión de urgencia entre Mateu Alemany (director de fútbol); Ramon Planes (director deportivo); Rafa Yuste (vicepresidente deportivo); Jordi Cruyff (asesor) y Laporta, de esta madrugada para terminar de encontrar el técnico interino, mientras esperan a Xavi.
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