“Sabemos que podemos jugar mejor y lo demostraremos. Pudimos ganar, pero esto es baloncesto. Este equipo tiene continuidad, futuro y carácter. Todo lo que se necesita para ganar. La próxima temporada lo veremos”, resumió Svetislav Pesic tras perder la final ante el Baskonia en La Fonteta. El Barça sigue sin ganar la Liga desde 2014. La espera continúa. “Ha sido una temporada muy dura, con muchas cosas que no se esperaban, como la pandemia. En la Euroliga jugamos una temporada muy correcta, ganamos a los favoritos… En la ACB éramos primeros con ventaja. Estamos decepcionados y muy tristes, porque jugamos un torneo muy bueno y con todos los problemas que teníamos tuvimos la oportunidad de ganar”, completó Pesic en su balance del curso. Su equipo solo pudo anotar 28 puntos en la segunda mitad ante la rocosa defensa del Baskonia. Heurtel, que estaba siendo el mejor azulgrana (21 puntos y cinco asistencias), no contó para Pesic en la última jugada, que terminó en el lanzamiento fallido de Higgins.Pesic asumió en la rueda de prensa posterior a la final que fue un “riesgo” mantener en pista a Nikola Mirotic, pese a tener cuatro faltas personales, y finalmente se quedaron sin él para los últimos cinco minutos del encuentro. El técnico azulgrana, no obstante, amplió la explicación asegurando que su jugador franquicia llegaba tocado a la cita ante el Baskonia. “Sí, siempre es un riesgo. Primero, era un riesgo que jugara este partido porque tiene dos problemas físicos diferentes, intentamos en los últimos días hacer diferentes terapias para prepararle. Mirotic quería jugar y afrontar este reto. Y hay muchos jugadores que a este nivel juegan con cuatro faltas y terminan con cuatro”, defendió el técnico azulgrana. Mirotic, MVP de la temporada regular con 19,5 puntos de media, solo anotó 8 en los 25 minutos que estuvo en pista durante la final. Su estadística final fue un poema, con un 0 de 5 en triples, ninguna asistencia, dos pérdidas y -1 de valoración.Pesic, que aplazó sus días de jubilación en los Alpes austriacos una semana antes de la Copa de 2018 para embarcarse en el proyecto de reconstruir a un equipo deprimido, estaba ante la oportunidad de recuperar un trono del que el Barça abdicó en 2014. No lo logró en la excepcionalidad del torneo final en Valencia. Xavi Pascual, que relevó precisamente a Ivanovic en el banquillo del Barça en 2008, permaneció en el banquillo del Palau ocho años y medio en los que conquistó 12 títulos: 4 Ligas, 3 Copas, 4 Supercopas y 1 Euroliga. Una de las etapas más fructíferas del club azulgrana. Su salida supuso un vacío que aun está por llenar. Primero con Bartzokas y después con Sito Alonso, la sección azulgrana ahondó una crisis que ya era el segundo periodo más oscuro de su enciclopedia desde 1978 hasta que las dos conquistas coperas de Pesic (2018 y 2019) aliviaron el palmarés azulgrana.Faltaba la reválida de la Liga y la Euroliga. Y para ello, el pasado verano el Barça armó un proyecto lujoso, con Abrines, Mirotic, Davis, Higgins y Delaney (que, ya fuera del equipo, expresó sin remilgos su sorpresa en redes por la ausencia de Heurtel en pista en la acción final). No bastó la inversión para devolver al club al trono de la ACB, ni siquiera con esta Liga con asterisco. Por segundo año consecutivo, tras perder la final de la temporada pasada ante el Madrid (3-1), Pesic no dio con la fórmula. Desde aquella Liga de 2014 conquistada por Xavi Pascual, el balance de trofeos entre los dos grandes del baloncesto español registra un balance de 14 títulos madridistas por tres del Barcelona.
Source link