El Palau Blaugrana acoge este martes una final (20:00 horas), el quinto y definitivo partido de la serie de cuartos de final de la Euroliga entre el Barça y el Bayern Múnich, con el acceso a la Final a Cuatro de Belgrado en juego.
Llegó el momento de la verdad para el conjunto catalán, al que no le queda más remedio que abandonar el irregular estado de forma que le ha acompañado en el último mes, en el que ha registrado seis victorias y seis derrotas entre todas las competiciones.
La serie frente al Bayern Múnich no ha escapado a esta desconcertante dinámica. En parte, por mérito del entrenador italiano Andrea Trinchieri, que pese a contar con un plantel menos talentoso, ha forjado un bloque agresivo y físico, capaz de superar a cualquier oponente que no iguale su intensidad durante los 40 minutos.
El curso pasado, el Bayern Múnich ya forzó el quinto partido en los cuartos de final frente al AX Armani Exchange Milan, otro rival sobre el papel más poderoso, y peleó hasta el último segundo por el acceso a la Final a Cuatro.
El Barça, que terminó primero en la fase regular de la Euroliga por segunda campaña consecutiva, no puede obviar este precedente y espera, como ya logró el curso anterior ante el Zenit San Petersburgo, clasificarse para la ‘Final Four’ en el quinto partido frente a su afición.
En el duelo inaugural de la serie (77-67) resultó determinante el dominio del pívot Brandon Davies en la zona (19 puntos) y las penetraciones del base Dante Exum (12), pero Trinchieri tomó nota y en el segundo encuentro en Barcelona preparó una defensa con múltiples ayudas que colapsó el juego interior azulgrana (75-90).
También resultó determinante la irrupción ofensiva del alero exbarcelonista Deshaun Thomas (25 puntos, 6 de 7 en triples) y las 16 pérdidas cometidas por el conjunto catalán -castigadas con 26 puntos en transición-.
Ante las crecientes dudas en el ataque barcelonista, que de promediar 81,3 puntos por partido y un 41,3% de acierto en triples en la fase regular ha pasado a 69,8 puntos y un 29,2% desde más allá del arco en los cuartos de final, los de Jasikevicius deberán incidir más que nunca en la solidez defensiva.
Recuperar el acierto exterior de especialistas como el escolta Kyle Kuric (3 de 20) o el ala-pívot Nikola Mirotic (5 de 16) sería un factor diferencial para el Barça.
En este sentido, resultó prometedor el rendimiento del alero Álex Abrines (15 puntos, 3 de 4 en triples) en la victoria liguera del domingo frente al Hereda San Pablo Burgos (84-69), un duelo en el que Jasikevicius reservó a Mirotic y Exum.
En el tercer partido de la serie (66-75), el primero en Múnich, el Barça empezó como un tiro, impulsado por tres triples del base Nico Laprovittola y un cuarto del pívot Sertac Sanli, pero precisó del mejor Mirotic (11 de sus 25 puntos en el último cuarto y 31 créditos de valoración) para amarrar el triunfo.
En el cuarto encuentro, el Barça sufrió un colapso ofensivo y mental (5 de 26 en triples y un 9 de 23 en tiros de dos) frente al Bayern, que llegó a ganar de 19 puntos tras el descanso pese al engañoso 59-52 final.
En el capítulo de bajas, el Barça llega a la cita con la única ausencia confirmada del escolta Cory Higgins, que ya viajó a Múnich con el equipo y afronta la fase final de su recuperación tras ser intervenido el 14 de febrero de una fascitis plantar en el pie izquierdo.