El basket americano amenaza con esquilmar las canteras europeas

El basket americano amenaza con esquilmar las canteras europeas

“El basket europeo tiene un problema y es que no genera talento local para competir al primer nivel”. Poco antes de disputar la final de la Euroliga, el entrenador del Olympiacos, Georgios Bartzokas, alertó sobre un problema de generación de jugadores para los equipos punteros del continente. En esa final se citaban jugadores de la experiencia de Sloukas, Papanikolaou, Rudy Fernández, Llull o Sergio Rodríguez, decisivos en sus equipos y sin relevos todavía consistentes.

Lejos de encontrar solución, este problema puede agravarse en los próximos años si, como anticipan algunos, aumenta la tendencia a la marcha de jóvenes talentos al basket americano. Es algo que ya ha ocurrido en las últimas campañas en el basket femenino y que ahora puede extenderse también al masculino por varios factores relacionados con cambios de organización y recursos en Estados Unidos. Ha habido avisos importantes como el de Baba Miller, un talento mallorquín de 2,11 que el pasado año abandonó la cantera del Real Madrid para entrar en el programa de Florida State. Este año, el siguiente gran proyecto blanco, el esloveno Jan Vide, ha seguido sus pasos para comprometerse, en su caso, con UCLA y hacia ese centro también encamina sus pasos la gran esperanza del basket español, Aday Mara, que recientemente ha comunicado a su club, el Casademont, la intención de abandonar unilateralmente la disciplina de la entidad.

También se ha confirmado hace unos días que se marcha del Joventut el Conrad Martínez, MVP del último campeonato de España. En su caso para poner rumbo a la universidad de Arizona.

Aday Mara ya participó durante tres días en el programa Basketball Without Borders en Salt Lake City esta temporada 

Toni Canyameras

El basket universitario estadounidense ha sido tradicionalmente un refugio para jugadores pero hasta ahora no tanto de primer nivel. La posibilidad de compaginar carrera deportiva con estudios resultaba atractiva así como las becas que, gestionadas por múltiples agencias en España y Europa, han hecho factible durante años cierto flujo de jugadores. La novedad es que recientemente se marchan los más prometedores.

“El sistema americano tenía un sistema económico encubierto y ahora se ha liberado para mover dinero y captar jugadores jóvenes europeos”, explica Jordi Martí, director deportivo del Joventut de Badalona. “Dentro de unos años será aún más difícil. Ellos ven cuando llegan aquí que algunos jugadores están comprometidos y de ahí que puedan ir más abajo. Es clave que los clubs formadores vayamos unidos”, agrega.

Un factor clave en estas marchas está en la relajación de las medidas de amateurismo que hasta no hace mucho imperaban en el basket universitario estadounidense. Con la introducción de una nueva normativa sobre explotación de imagen (NIL), a los jugadores ya les está permitido contar con ingresos adicionales por conceptos relacionados con marketing y proyección personal en redes sociales, por ejemplo, o publicidad. Existen servicios de proyección, como ON3.com, para calcular el valor de mercado en estos ámbitos de los deportistas, lo que puede generar un mercado paralelo de recursos a futuro que puede facilitar estas marchas. Es decir, que los jugadores que optan por esta opción ya no se marchan sin cobrar o con la carrera pagada tan sólo. Para hacer más complicado el asunto, la posibilidad de explotar esta vía varía según el estado en el que aterrice el jugador por las distintas leyes que se aplican.

En el caso de Mara y Vide, que coincidirán en UCLA, a eso se añade la vocación de este centro por reforzarse con talento internacional, algo que empieza a ser importante en las universidades que aspiran a la élite. Para ello contrató la pasada temporada al serbio Ivo Simovic, actual asistente del entrenador principal Mick Cronin. Ex ojeador de los San Antonio Spurs, Simovic fue técnico asistente también en Loyola Maryland cuando reclutó a Santi Aldama y también director deportivo del Espacio Torrelodones entre 2007 y 2009, ayudando a esta organización (un pequeño laboratorio de trabajo con la base con técnicos balcánicos) a encontrar talento en los niveles cadete y júnior. Habla de forma fluida serbo-croata, inglés y español y cuenta en su bagaje con una carrera inicial como técnico de base en equipos serbios y montenegrinos.

Además de Mara y Vide, una de las incorporaciones estrella de esta temporada en UCLA será también el base francés Ilane Fibleuil, base del Pole France que ha brillado en las selecciones sub-17 francesas y que se ha decidido por la oferta de los californianos antes que por las de Gonzaga o la G-League. El italiano Abramo Canka y el serbio Lazar Stefanovic completarán la nómina de jugadores internacionales de primer nivel en los Bruins.

A esta nueva atracción por la NCAA se añaden iniciativas profesionales o semi-profesionales como la de la academia Overtime Elite, en la que recaló otro talento español, Izan Almanza, con el objetivo de mejorar opciones futuras de draft. Además, la G-League, la competición profesional propiedad de la NBA, introduce este verano un draft internacional para reclutar jugadores de entre 18 y 21 años con perspectivas de alcanzar la máxima competición en un futuro. Este draft se crea después de los acuerdos alcanzados en el convenio colectivo de la NBA que amplían el período de derechos sobre el jugador por parte de la franquicia de la G-League que los elija. Este draft internacional tendrá lugar este año el próximo 28 de junio.

Habrá que ver si esta inversión de futuro de jóvenes talentos prometedores es más productiva para su futuro que permanecer en Europa. Según Jordi Martí, “hay muchos jugadores que van a hacer la aventura y, con todos los respetos, han vuelto peor o no han progresado todo lo que podrían”. En el caso de jugadores como Conrad Martínez, los derechos de sus equipos originales, el Joventut para él, son de inscripción y prevalecen hasta los 22 años.

Los temores de Bartzokas, por tanto, de una involución constante en la producción de jugadores en pueden servir de alerta para que el basket europeo pueda ponerse en guardia ante este futuro incierto que se avecina. “Es un hecho objetivo, no una opinión”, enfatizó el seleccionador español Sergio Scariolo al ser preguntado al respecto sobre la falta de talento local y las magras perspectivas de surgimiento. “Cuando un equipo tiene un núcleo fuerte de jugadores locales tiene un compromiso y un sentido de apego, una disposición al esfuerzo extremo y al sacrificio superior a los demás”, sentencia.




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