El Baskonia ha descartado este viernes “una lesión grave” de Jayson Granger, que se vio obligado a retirarse al banquillo en el inicio de la segunda parte del duelo de Liga Endesa ante el Joventut.
Fuentes del club baskonista señalaron a Efe que el jugador sufre “una contusión en la zona del talón del pie izquierdo” y se espera la evolución de este percance para valorar su participación en el duelo de semifinales de este domingo.
El uruguayo indicó en redes sociales al finalizar el partido que estaba “todo bien” y que solo fue un susto, al tiempo que agradeció el interés de los aficionados por su situación. Hoy se han confirmado las intuiciones del director de juego azulgrana.
A los 20 segundos de comenzar el tercer período, el charrúa pidió el cambio y se fue con una ostensible cojera al banquillo. Lleno de rabia y con los ojos vidriosos, lanzó una toalla al suelo y se llevó las manos a la cara.
El corazón de los presentes se encogió por momentos, pues el base baskonista reapareció el pasado 17 de junio con una soberbia actuación ocho meses después de romperse el tendón de Aquiles de su pie izquierdo y, en un principio, todo apuntaba a algo similar.
Los servicios médicos del Baskonia atendieron al jugador en la misma silla, sin retirarse a vestuarios, y aplicaron hielo en la parte posterior del tobillo, en la zona intervenida en el inicio de la competición, mientras Granger miraba al suelo con impotencia.
Afortunadamente, con el paso de los minutos, el rostro del jugador cambió y abandonó la cancha por su propio pie al finalizar el partido.
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