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El BCE advierte de que algunos bancos necesitarán ayuda para recomponer su capital si la situación empeora



Andrea Enria, presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Bobby Yip / REUTERSEl Banco Central Europeo (BCE) publicó hoy los resultados agregados de su análisis de vulnerabilidad de bancos directamente supervisados por el Mecanismo Único de Supervisión. El ejercicio evaluó cómo el shock económico causado por la pandemia “afectaría a 86 bancos de la zona del euro e identificó vulnerabilidades potenciales en un horizonte de tres años”.En general, el supervisor afirma que “el sector bancario de la zona del euro puede resistir el estrés inducido por la pandemia”, pero advierte de que no todos están en las mismas circunstancias. El examen del BCE no detalla ni entre bancos, ni países. Pero afirma que “en el escenario más adverso, el promedio de CET1 (capital de máxima calidad) que tendrían los bancos se reduce en 5,7 puntos porcentuales,de 14,5% al 8,8%. En este escenario, varios bancos tendrían que tomar medidas para mantener el cumplimiento de sus requisitos mínimos de capital”.En una nota del BCE, el propio Andrea Enria, presidente del Consejo de Supervisión, afirma: “Si la situación empeora a lo largo del escenario grave”, con un deterioro económico previsto de caída del PIB de la UE del 12,6% en 2020, y un crecimiento del 3,3% y 3,8% en 2021 y 2022, respectivamente, “las autoridades deben estar preparadas para implementar medidas adicionales para evitar una paralización simultánea por parte de los bancos, lo que podría profundizar la recesión y golpear severamente la calidad de sus activos y las posiciones de capital”.Estas palabras llegan después de que el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, dijera en España que esperaba ver fusiones de bancos “en las próximas semanas o meses” por el deterioro económico.Prolonga la prohibición de repartir dividendosPor otro lado, el Banco Central Europeo no ha seguido la petición de los grandes bancos españoles y ha decidido extender hasta el 1 de enero de 2021 su recomendación a la banca de no repartir dividendos y no efectuar recompras de acciones propias para preservar el capital de las entidades, ampliando así en tres meses las actuales restricciones, en vigor desde el pasado mes de marzo, según ha comunicado el instituto emisor.“Esta recomendación actualizada sobre la distribución de dividendos sigue siendo temporal y excepcional y tiene como objetivo preservar la capacidad de los bancos para absorber pérdidas y apoyar a la economía en este entorno de incertidumbre excepcional”, ha indicado el BCE, asegurando que dará a los bancos suficiente tiempo para reponer sus reservas de capital y liquidez para no actuar procíclicamente.En su decisión, el BCE ha destacado el elevado grado de incertidumbre, que dificulta que los bancos pronostiquen con precisión sus posiciones de capital, señalando que el análisis de vulnerabilidad realizado al sector demuestra que el nivel de capital en el sistema podría disminuir significativamente si se materializara un escenario severo.El escenario adverso “aún es plausible”Volviendo al análisis de vulnerabilidad, se centró en dos escenarios establecidos en las proyecciones macroeconómicas del personal de junio de 2020 de BCE. El escenario central, el más probable de materializarse según el personal del BCE, prevé que el producto interno bruto (PIB) real en la zona del euro disminuya en un 8,7% en 2020, y el crecimiento del PIB en 5,2% y 3,3% en 2021 y 2022, respectivamente.El grave escenario, que representa un desarrollo más adverso, “pero aún plausible”, advierte el supervisor, y prevé una disminución del PIB real del 12,6% en 2020, y un crecimiento del PIB del 3,3% y 3,8% en 2021 y 2022, respectivamente.El análisis también informa de los resultados bajo el escenario de referencia publicado por la Autoridad Bancaria Europea para la prueba de estrés 2020 en la UE. “Como este escenario se definió antes del brote de coronavirus, proporciona un punto de referencia para evaluar el impacto de la pandemia en los bancos. Los escenarios centrales y severos incluyen, en gran medida, el impacto de las medidas de alivio monetario, fiscal y fiscal tomadas en respuesta a la crisis del virus”, recuerda el BCE.Entre ellas cita los esquemas nacionales de protección laboral, medidas de apoyo fiscal, garantías de crédito, capital y medidas de alivio operacional por parte de la supervisión bancaria del BCE, así como las medidas europeas recientes para proporcionar alivio bajo algunas de las disposiciones del reglamento de requisitos de capital.En el escenario central, que ya prevé una recesión severa, el índice promedio de capital común TIER 1 (CET1, el capital de máxima calidad) de los bancos, “un indicador clave de solidez financiera, se deterioró solo 1,9 puntos porcentuales a 12.6%, de 14.5%. Como resultado, los bancos podrían continuar cumpliendo su papel de préstamos a la economía”, dice Enria. En el escenario severo es donde llegarían los problemas con algunas entidades, como ya se ha comentado.Atención a la morosidad y baja rentabilidad “Los resultados muestran cuán importante fue que los bancos fortalecieran su posición de capital en los últimos años como resultado de las reformas regulatorias posteriores a la crisis financiera. Las extraordinarias y coordinadas medidas de apoyo político ya han ayudado a mitigar el impacto de la pandemia en la economía “, dice Andrea Enria.El supervisor europeo explica que los principales culpables de que se agote el capital “son las exposiciones a crédito disminuidas, las pérdidas por riesgo de mercado y la menor rentabilidad”. Recuerda que los bancos que han fortalecido su rentabilidad a través de medidas que mejoran la eficiencia también pueden beneficiarse de una mayor capacidad de recuperación en momentos de estrés.Por último explica que teniendo en cuenta las circunstancias actuales extraordinarias y para evitar someter a los bancos a una carga operativa adicional, el BCE utilizó los datos ya disponibles para este ejercicio, incluidos los informes de supervisión regulares.El análisis de vulnerabilidad representa una herramienta útil para medir la resistencia general del sector bancario de la zona del euro. Los resultados de los bancos individuales no se han discutido con las instituciones de crédito y se utilizarán en el proceso de revisión y evaluación supervisora (SREP) de manera cualitativa. Y concluye que “ayudarán a los supervisores a desafiar las proyecciones de capital de los bancos, fomentar la coherencia en la evaluación de riesgos y promover políticas de aprovisionamiento prudentes”.


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