El Bierzo, la reinvención de la montaña leonesa para seguir viva

Sumida en una gran olla natural rodeada por montañas, la comarca leonesa de El Bierzo resiste ante las adversidades. A la crisis de 2008 se le sumó el cierre del sector minero y energético, y al fenómeno de la despoblación, agudizada desde hace un lustro, la pandemia de la covid-19. Entre los azotes de tanta ventisca, los bercianos se niegan a tirar la toalla y trabajan para levantar de nuevo el prestigio de su tierra con su mayor tesoro: el sector agroalimentario. Es la comarca europea con más productos con sellos de calidad por kilómetro cuadrado, siete en total: el vino, la manzana reineta, la pera conferencia, la castaña, el pimiento asado, la cereza y su famoso botillo. Una actividad que, en los últimos años, no ha dejado de crecer y que, poco a poco, busca un hueco a nivel nacional.

“El sector agroalimentario en El Bierzo es una actividad pujante. Piensa que en el mes de la castaña, en octubre, solemos recoger unos siete millones de kilos. Traducido a euros, hablamos de, mínimo, 100 millones que entran en la comarca en solo unas semanas. Ahora, nuestro objetivo es seguir apostando por la creación de pequeñas empresas alrededor del campo”, explica Gerardo Álvarez, presidente del Consejo Comarcal de El Bierzo. Para fomentar esta actividad, la entidad que preside puso en marcha en 2013 el proyecto Banco de Tierras, un servicio de intermediación gratuito que conecta a propietarios de terrenos de cultivo en desuso con agricultores emprendedores que carecen de tierras. El Consejo, además, les ofrece asesoramiento jurídico y agrónomo. “Hemos recuperado un millón de metros cuadrados solo de viñedos. Es una satisfacción muy grande”, comenta Álvarez. En siete años, se han adjudicado más de 2.500 parcelas a nuevos trabajadores y cada año pasan centenares de agricultores por los cursos de formación de la entidad o para resolver trámites burocráticos.

Uno de ellos es Humberto Merayo, de 52 años y oriundo de Villaverde de la Abadía, donde su padre tenía unas pequeñas tierras de labranza. Tras 25 años en una empresa energética decidió, empujado por la crisis, dedicar su actividad laboral a cultivar frutas: entre otras, la pera conferencia, que cuenta con el sello de calidad de Marca Garantizada (M.G.), entre otras. Con la ayuda del Banco de Tierras consiguió ampliar su explotación familiar de 3 a 20 hectáreas, con las que produce al año 250 toneladas de pera conferencia, 50 de manzana golden y otras 50 de manzana fuji. Este emprendedor, que utiliza métodos de cultivo sostenibles, afirma que una de las grandes luchas de los productores está en la gran competencia de precios con productos de peor calidad y precios más bajos. Una batalla donde también entra la mala praxis a la hora de comprar. “No es lo mismo hacer fruta que tornillos en un torno. Los tornillos son todos iguales; las peras, no. Aquí, cuando vamos al supermercado y le vemos una sola muesca a una fruta ya no la cogemos. Esa idea la tenemos que cambiar. Hay que escoger calidad y sabor. Y tenemos que elegir los productos de nuestra tierra”, incide Merayo, para quien esa apuesta junto a la mejora de las conexiones convertiría a su comarca en una zona muy rentable para las empresas.

De hecho, en el desarrollo de la zona ya colaboran algunas empresas. Correos, como operador logístico, ha conseguido penetrar en el proceso productivo de muchas pymes a través de Correos Market, su plataforma de venta digital para productores y artesanos, y que les sirve como respaldo a la hora de abrir un negocio ya que, gracias a su red de oficinas, les permite enviar sus productos desde cualquier rincón de El Bierzo a toda la Península

Pese a su cercanía a capitales de provincia como León (125 kilómetros), Ourense (150 kilómetros), Lugo (104 kilómetros) u Oviedo (168 kilómetros), la vertebración sigue siendo un tema pendiente a desarrollar en la comarca. Razón por la que en los últimos años el Consejo Comarcal está presionando para que sus propuestas de mejora de las carreteras y de sus accesos se hagan realidad. “Hay una cosa muy clara: El Bierzo es un enclave bueno. Puede ser un nudo logístico adecuado con conexión con Galicia, Asturias e incluso con la meseta [norte]. Lo que pasa es que hay un déficit de infraestructuras; de ahí la importancia de la modificación del corredor atlántico noroeste en nuestro país”, afirma el presidente del Consejo. Entre sus propuestas, destaca la construcción de autovías (por ejemplo, ampliando hasta Ponferrada la A-63, que por ahora enlaza Oviedo con La Espina, en Asturias) y la mejora de la red ferroviaria, incluyendo la construcción de un puerto seco en Toral de los Vados (es decir, una terminal interior de mercancías que conecte, vía tren, con un puerto marítimo para la distribución de las mismas). “Eso también permitiría sacar con mayor fluidez [además de los productos agroalimentarios] los productos del sector pizarrero, muy importante en la zona y que emplea a unas 1.500 personas”, subraya. La pizarra de este lugar representa un cuarto de la producción nacional y, junto a la extraída de la zona limítrofe de La Cabrera, factura de media más de 100 millones de euros anuales, según datos del Ministerio de Hacienda.

Calidad en el producto y en la digitalización

Óscar Ramos, presidente del Consejo Regulador del Botillo (hay siete consejos, uno por cada producto) subraya que la covid-19 ha sido “un hachazo espectacular” para la economía de la comarca. De hecho, la reducción de la demanda de productos (de hasta un 38,7%, según datos de la Consejería de Economía de Castilla y León) fue uno de los impactos más negativos que sufrieron las empresas de esta Comunidad Autónoma. No obstante, Ramos es optimista y confía en el ímpetu de los negocios bercianos para salir adelante. De hecho, algunos sectores como el de la fruta han visto cómo sus pedidos han crecido ante la caída de la importación de alimentos extranjeros. “En El Bierzo tenemos un potencial aún sin explotar y está claro que, en el mercado tan globalizado en el que estamos, contamos con unos productos con una calidad demostrada que nos diferencia. Hay un futuro claro, pero tenemos que luchar por ello”, incide Ramos, que afirma que estas nuevas oportunidades de negocio también pueden ser un imán para atraer gente joven a las localidades más despobladas. “El sector de la fruta da vida a los pueblos”, añade.

A los productos con sello de calidad que están potenciando el sector agroalimentario se están sumando nuevas empresas que, gracias a las posibilidades que aporta el teletrabajo, se han asentado en la comarca para disfrutar de las ventajas financieras y de la calidad de vida que ofrecen las zonas rurales. Es el caso de Víctor Rodríguez y Carmen Gil, una pareja que decidió abandonar Madrid para montar un negocio en Ponferrada, la capital de El Bierzo. “No estábamos a gusto con la situación y queríamos montar algo. Con nuestra experiencia en el mundo digital, pensamos que podíamos hacerlo desde cualquier sitio. Y un poco a contracorriente decidimos venirnos aquí”, cuenta Rodríguez.

Su idea: Eboomy, una plataforma en la que cualquiera puede diseñar un muñeco a su gusto. Aúna la diversión de personalizar un juguete con la satisfacción de recibirlo luego en casa (o regalárselo a alguien). Tardaron dos años en desarrollar el proyecto. No fue fácil, ya que no encontraban por la zona trabajadores con el perfil que necesitaban. “Al final, nos dimos cuenta de que podíamos contratar a programadores y a un ilustrador de otros lugares. Uno está en Holanda, otro en Barcelona y el otro en Asturias. Trabajamos desde casa”, relata Gil.

Su lanzamiento coincidió con la llegada de la pandemia y, según cuentan, los resultados que están teniendo son muy buenos. En los primeros 15 días de febrero han vendido más de 150 muñecos. “El 97% de los juguetes que nos compran son para regalar. La gente le pone cariño e ilusión. No es como: ‘Me voy a la tienda, le compro esto, se lo envuelvo y ya”, explica Víctor. Además de su web, Rodríguez y Gil forman parte de Correos Market, un marketplace donde pueden darse a conocer y vender a través de este operador logístico por toda España y Portugal. El proyecto de Correos les ofrece, además, un servicio de recogida en su casa (lugar donde trabajan) de los paquetes que les han comprado, una gestión que les facilita el trabajo al no disponer de tienda física.

Uno de los trabajadores de Correos que se encarga de este cometido en El Bierzo es Manuel Álvarez, de 47 años y originario de Oleiros (Lugo). Es la tercera generación de carteros rurales en su familia y cada día madruga para repartir la correspondencia en varios pueblos de alrededor de Ponferrada. “Es diferente un cartero rural a un cartero urbanita. En el mundo rural eres un punto de referencia. Eres como un medio de información para mucha gente mayor”, analiza Álvarez. Como en el resto de España, las oficinas postales también ofrecen el servicio ORVE (Oficina de Registro Virtual Electrónico), que permite a los usuarios digitalizar, añadir la firma electrónica y enviar los documentos burocráticos que se entregan en la Administración pública, como los relacionados con la Agencia Tributaria o con las subvenciones a pymes.

La labor de este cartero, especialmente durante el confinamiento, también ha sido social y anímica. “La gente mayor necesitaba hablar y no sentirse aislada. Y tú, con todas las medidas de seguridad, la escuchabas y hacías que no se sintiera sola”, cuenta. En muchas de esas localidades también se encarga de recoger la mercancía de varios productores de Correos Market. En el último año, cuenta, estos envíos han crecido hasta un 50% gracias al comercio electrónico, lo que está siendo una oportunidad para los emprendedores de la zona. “Los artesanos antes tenían que esperar a las ferias o los mercados medievales para vender más. Al tener ahora una plataforma de venta online y un servicio que, sin moverte de tu casa, le recogen los paquetes, en unos días tienen sus productos en Murcia o Budapest”, ejemplifica Álvarez.

‘Halal’ y tónica berciana

Si hay algo por lo que se conoce al Bierzo en España (y en el mundo) es por el botillo. Alrededor de este producto de carne de cerdo se levantan varias empresas que producen al año unos 300.000 kilos, según datos del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida del Botillo. Una de ellas es Embutidos La Encina, ubicada en la reserva natural de Los Ancares de León, donde el clima es perfecto para elaborar botillos de gran calidad. José Luis Carballo, gerente y cofundador de la misma en 1992, explica que cada año salen de su fábrica 10.000 kilos de botillos, pero no es suficientemente rentable. Por eso han decidido expandir su negocio a otros productos: por ejemplo, alimentos halal, es decir, elaborados con los procedimientos indicados para poder ser consumidos por musulmanes. Chorizo, cecina o salami de ternera, cordero, pollo o pavo son algunos de los nuevos embutidos del negocio de Carballo. “Somos la empresa que más embutidos exporta a Dubái”, asegura. Este nuevo mercado representa, de momento, el 15% de la facturación de La Encina.

Como esta empresa cárnica, Álex Bolado (de 43 años y de Ponferrada) también busca asociar El Bierzo con nuevos productos que hasta ahora no se habían elaborado en la comarca. Bolado decidió lanzarse al mundo de la tónica artesana. “Es una bebida por infusión con ingredientes naturales y que en España no he encontrado nada que se le pareciera. Estuve creando varias recetas desde 2017 y en 2019 monté mi fábrica en mi garaje con todos los controles sanitarios correspondientes. Ahí empezó la aventura”, relata. Su marca, 100% Bolado, recibe ese nombre porque es él, sin nadie más, el que produce, embotella y gestiona la distribución. Como apoyo también está Correos Market que le permite vender, desde Ponferrada, a todas partes. Su producción, que espera reactivar tras el parón de la hostelería por la covid-19, ronda las 2.000 botellas mensuales y se marca, como objetivo a medio plazo, superar las 7.000. Como tantos otros, este emprendedor ve que El Bierzo, con trabajo y esfuerzo, puede ser la tierra en la que cumplir sus retos empresariales y vivir con una gran calidad de vida. Y, ¿por qué no?, que la tónica berciana, dentro de unas décadas, sea el octavo producto con sello de calidad de la comarca.

Créditos

Redacción y guion: Julio Núñez
Fotografía: Javier Casares
Coordinación editorial: Francis Pachá
Coordinador de diseño: Adolfo Doménech
Diseño y maquetación: Eduardo Ferrer, Juan Sánchez y Rodolfo Mata


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