El actor hawaiano Jason Momoa visitó el miércoles a los manifestantes para mostrarles su apoyo. En vídeo, declaraciones del actor Dwayne Johnson. FOTO: Hollyn Johnson (AP) | VÍDEO: EPV
Hay algo que une a superestrellas como Leo DiCaprio, Jason Momoa, Dawyne ‘La Roca’ Jackson o Bruno Mars y no es una gala de los Oscar o un evento similar. Es un telescopio. Más concretamente, su firme oposición a que se instale en la cumbre de Hawái el Telescopio de Treinta Metros (TMT), el que será el mayor del hemisferio al construirse. Este gigantesco proyecto de 1.200 millones tiene todos los permisos para levantarse en Mauna Kea, un pico considerado sagrado por los nativos hawaianos en el que ya funciona una docena de telescopios. Pero este colectivo dijo basta y bloqueó el acceso por carretera a la cumbre el 15 de julio, impidiendo que se cumpliera la orden de edificación del TMT ordenada por el gobernador del estado, David Ige.
“Cuentan con nuestra garantía de que, si al final decidieran venir a Canarias, estamos todos alineados para poder recibir ese telescopio”, aseguró Pedro Duque
Ahora, cuando van a cumplirse tres semanas sin que se haya colocado ni una piedra, la situación es todavía más delicada. El apoyo de los famosos es una simple muestra de cómo los nativos hawaianos contrarios a la “profanación” que supone el TMT están logrando que aumente la presión hacia las autoridades locales y científicas. La protesta, que mantiene un campamento estable en la carretera con rezos, una universidad paralela y actuaciones (como la del hijo de Bob Marley), ya congrega a entre dos mil y tres mil personas cada día. Su comportamiento pacífico ha obligado a Ige a retirar la declaración de emergencia que ordenó hace dos semanas para darle más margen de maniobra a las fuerzas del orden. A cambio, el gobernador ha prorrogado dos años el permiso para iniciar las obras del TMT que vencía en septiembre. “La construcción del TMT no es inminente”, aseguró Ige.
Además, están consiguiendo internacionalizar el conflicto, dado que en el consorcio que respalda el TMT hay otros países implicados como India, Japón, China y Canadá. En ese último país, donde también tienen un pasado de atropellos a sus nativos como en Hawái, los jefes indios de las primeras naciones han reclamado al primer ministro Justin Trudeau que retire los casi doscientos cincuenta millones de dólares que Canadá tiene comprometidos en el TMT si insiste en su “agenda colonialista”. Además, la Universidad de Toronto, implicada en el TMT, ha publicado una declaración en la que advierte de que “no aprueba el uso de la fuerza policial para promover sus objetivos de investigación”.
Because #TMT construction is not imminent, I am withdrawing the emergency proclamation effective immediately. I remain committed to moving forward with this project in a peaceful way and will continue efforts to engage the community. https://t.co/5VVcEXMrGC #MaunaKea
— Governor David Ige (@GovHawaii) July 31, 2019
La pelea va para largo, podría deducirse. Pero el TMT no tiene tiempo, porque lleva cinco años de retraso (en 2014 ya frenaron las obras con protestas y denuncias) y sus futuros competidores ya se están construyendo. Este telescopio, de 18 plantas de altura y diez veces más potente que los actuales, tardará diez años en construirse y estará operativo durante medio siglo, generando muchos puestos de trabajo y oportunidades de desarrollos tecnológicos paralelos.
“No tengo una fecha límite firme en la que esto [la construcción] deba suceder, pero obviamente, hemos pasado por un proceso de diez años. Tenemos todo el derecho legal de proceder. Por tanto, tenemos que comenzar y pronto”, ha asegurado en la prensa local Gordon Squires, vicepresidente de asuntos externos del TMT. Lo cierto es que sí tiene unos plazos, al menos sobre el papel: el TMT pretende tener lista la base del recinto en junio de 2020, lo que requiere comenzar este año con la construcción.
Mientras tanto, La Palma, la isla canaria que cultiva telescopios, espera pacientemente su turno. Desde el TMT se insiste en que es “la alternativa”, elegida mediante un meticuloso proceso que demostró las capacidades naturales, profesionales y tecnológicas de los observatorios canarios, dirigidos por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), que se muestra muy cauto a la hora de valorar los acontecimientos en Hawái.
Esta semana se celebró la reunión del Consejo Rector del IAC, con la presencia del ministro de Ciencia, Pedro Duque, quien insistió en que el TMT contará en España con todo el apoyo que pueda necesitar para la instalación astronómica. “Mantenemos la capacidad y la disposición de todas las autoridades y a todos los niveles del Estado español para que, en caso de que se produzca la decisión de traer ese telescopio a Canarias, todas las autoridades estemos listas para que, en cuestión de poquísimo tiempo, podamos reaccionar y hacerlo posible”, aseguró Duque en nombre del consejo. “Cuentan con nuestra garantía de que, si al final decidieran venir a Canarias, tanto el Gobierno de España, como el de Canarias, los cabildos y los ayuntamientos, estamos todos alineados para poder recibir ese telescopio y tenemos todos los planes necesarios, a todos los niveles, la gente, las acometidas, los sistemas… absolutamente todo estará listo si quieren venir”, añadió el ministro.
Visto el enquistamiento total de la situación, los medios hawaianos ya han puesto el foco en Canarias, interesados por saber si está listo el plan B. Pero el Squires no quiere abrir todavía esa puerta: “El sitio en La Palma es un excelente lugar para la astronomía. No hemos completado todos los procesos regulatorios allí y no hay un marco temporal para cuándo estarán, por lo que no es viable en ese sentido en este momento”.
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