2019 arrancó entre penumbras. Con un Athletic que peleaba por su supervivencia. Cada partido era una final, sobre todo en San Mamés. La soga de la clasificación apretaba y cada punto que volaba de Bilbao pesaba un quintal en la mochila. Pero los leones se aferraron a su guarida. Mostraron los dientes y sacaron las zarpas para amedrentar a cualquier rival que pisara su feudo. San Mamés fue la base para que los de Gaizka Garitano escaparan del peligro en la pasada campaña e incluso pelearan por Europa hasta la última jornada y continúa siendo el pilar fundamental de la actual trayectoria bilbaína.
Un fortín casi inexpugnable. El Athletic cierra el año en San Mamés con un balance de trece victorias, cinco empates y una sola derrota. Unos números que se traducen en 44 puntos en el zurrón de los 57 puestos en liza en Bilbao. Un 77,2 % del total. Solo el Barça ha obtenido un mayor botín como anfitrión en 2019. Desde estos datos se explica la evolución que han sufrido los rojiblancos en los doce últimos meses.
Nada tiene que ver el drama del 13 de enero para recibir al Sevilla con la cita del pasado sábado ante el Eibar en la que la Champions se asomaba en el horizonte. El Athletic comenzó a cimentar su enorme racha gracias a un doblete de Williams contra los hispalenses. Dos muescas que le sirvieron a Iñaki para acabar con su sequía de 770 días sin ver puerta en San Mamés en Liga. Para el recuerdo quedó su cabalgada en el definitivo 2-0.
La pantera ha dado rienda suelta a su poderío realizador. Se ha erigido en el pichichi de San Mamés. Ha firmado 9 tantos. Por detrás aparecen Raúl García (8) y Muniain (6) completando el podio. Entre los tres se han repartido el pastel y han llevado el peso anotador en el Athletic. El resto se encuentra muy lejos de sus cifras. Yuri Berchiche ha logrado un par de dianas, mientras que con una figuran Kodro, Beñat, Aduriz y Capa. Y la estadística se completa con el tanto en propia puerta de Víctor Gómez (Espanyol).
Visitar San Mamés se ha convertido en una tortura para el contrario de turno. El cuadro bilbaíno ha vuelto a las esencias de la mano de Garitano, fundamentando su juego en una presión asfixiante. Las bandas han cobrado un protagonismo principal con las incursiones de los laterales para que después el esférico llegue al área.
Una fórmula a la que se ha agarrado el Athletic y que le ha valido para lograr victorias de prestigio. A la citada frente al Sevilla se podría sumar el 2-0 que se llevó el Atlético de Simeone. Toda una bestia negra para los leones en la época reciente. Williams y Kodro, que estrenó su cuenta en Bilbao, tumbaron a los colchoneros. Y no se puede pasar por alto el 1-0 ante el Barcelona con el que se abrió la actual Liga 19-20. La fotografía de la media chilena de Aduriz, quien apenas llevaba un minuto sobre el verde, dio la vuelta al mundo.
No todo han sido alegrías. Algún rasponazo se ha llevado el Athletic. Por ejemplo el tropiezo con el Alavés en la recta final del pasado curso que lastró en la pugna por Europa. Los de Garitano se han quitado la espina con los derbis esta campaña. Se impusieron a la Real Sociedad (2-0) en un partido redondo por su parte y los babazorros también hincaron la rodilla (2-0). Aunque el último trago, con el Eibar, ha sido amargo (0-0).
El Athletic ha acumulado 30 goles en sus 19 comparecencias en San Mamés. A una media de 1,58 por encuentro. No se trata de un caudal maravilloso, sin embargo es más que suficiente si se compara con los tantos recibidos en contra. Aquí está el punto fuerte de la escuadra rojiblanca. Solo hay 10 muescas en las redes bilbaínas. El Levante y el Rayo Vallecano son los únicos foráneos que han logrado firmar más de un tanto. Y a ninguno le sirvió para puntuar.
Para el recuerdo queda la media chilena de Aduriz contra el Barcelona y el Valencia ha sido el único capaz de profanar San Mamés en Liga en este 2019
En el candado está la clave. Que el Athletic ha tenido problemas con el gol no es un secreto. Lo ha asegurado Garitano varias veces. La solución ha sido potenciar la sensación de bloque. Los leones han acabado con el cerrojo echado en su portería en 11 partidos en 2019. Por algo presumen de ser una de las mejores defensas de la Liga.
Por contra, el estadio zurigorri solo se ha quedado en tres citas sin cantar un gol de los suyos. Pudo esquivar la derrota contra el Barcelona en el pasado ejercicio y también con el Eibar en su despedida. La excepción fue el Valencia. El 0-1 frente a los de Celades es la única mácula en 2019. Una derrota que impidió que el Athletic completara un año entero sin perder en Liga en San Mamés. Se quedó a escasos siete días. Una racha se rompió y otra empezó. Los leones luchan por mantener inexpugnable su fortín. Una guarida que les lleve con destino a Europa.
La Liga ha acaparado la atención del Athletic en 2019. Su recorrido en San Mamés ha sido brillante. No puede decir lo mismo de la Copa. Derrota en su único choque. 1-3 con el Sevilla en la ida de octavos en la primera vez que se abrieron las puertas del estadio bilbaíno este año. Los leones, eso sí, estaban más preocupados de alejarse del descenso en el torneo de la regularidad que de otra cosa.
Nolito inauguró pronto la cuenta para los hispalenses. San José igualó en el arranque del segundo tiempo, pero André Silva y Ben Yedder alejaron definitivamente al Sevilla. De nada valió ganar 0-1, con gol de Guruzeta, en la vuelta en el Pizjuán.
En la presente campaña, por el momento, no están programados envites en San Mamés al margen de la Liga. Algo propiciado por el cambio de formato en el torneo del KO. Hasta cuartos se jugarán eliminatorias a partido único y se sorteará quién es el local.
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