Le daba igual si en frente había o no Lionel Messi o el Barça entero. Iñaki Williams solo pensaba en el objetivo de levantar la Supercopa de España, pero para ello el Athletic debía sobreponerse a todas las adversidades.
Lo hizo el conjunto vasco enjuagando dos veces la renta del FC Barcelona y enviando la final a la prórroga. Allí, agazapado, esperaba Nico Williams para asestar el golpe definitivo.
El delantero del Athletic se había dejado la piel durante el partido, desgastando a la defensa culé con su velocidad y bajando a defender como un zaguero más. Pero el ariete aún tenía gasolina en la reserva para desesperar al equipo barcelonés.
Williams marcó en el 3’ en el reciente duelo liguero contra el equipo de Koeman y en la Supercopa también tardó tres minutos -los primeros de la prórroga- para volver a ‘mojar’ para desespero del Barça.
El bilbaíno recibió escorado, recortó hacia dentro y con su diestra superó el vuelo de Ter Stegen para clavar el balón a la escuadra tras tocar el poste. Su diana, espectacular donde las haya, además sirvió para definir un título.
“Es el mejor gol de mi carrera”, se apresuró a comentar Williams al término del partido. El delantero, decisivo con su antológico gol, terminó siendo nombrado MVP del partido.
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Williams celebró el tanto a lo grande, como todo el Athletic, pero antes de ser relevado demostró de nuevo su compromiso convirtiéndose en un defensa más para cerrar las puertas en las frente al Barça.
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