El Burgos arañó un punto en su visita a La Romareda (0-0), algo que ya se ha convertido en una costumbre en la mayoría de los equipos que visitan el estadio zaragozano, y dejó al Real Zaragoza a la deriva y con el descenso pisándole los talones.
El conjunto castellanoleonés, mostrando seriedad y orden pero sin alardes, fue uno de los muchos que se han llevado algo positivo del estadio zaragozano, aunque en su lucha por alcanzar los puestos de Promoción de ascenso puede parecer insuficiente teniendo en cuenta que es el tercer empate en las cuatro últimas jornadas por solo una victoria.
Los burgaleses aprovecharon que el conjunto blanquillo sigue sin reaccionar y continúa dejando volar puntos de su feudo un día sí y otro también con gran facilidad, lo que cada vez le debilita más en su lucha por la permanencia.
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En un partido bastante plano y con muy pocas ideas, el conjunto maño fue incapaz de ganar porque apenas tuvo ocasiones ante un Burgos que lo supo atar bien. Le bastó con estar bien plantado sobre el césped. No necesitó más.
En casa, además, el equipo aragonés suma su cuarto encuentro consecutivo sin ganar. La última victoria zaragozana data del 10 de diciembre de 2022 cuando se impuso 3-0 al Huesca en el derbi aragonés de Segunda. Un dato demoledor para un equipo que soñaba con estar en la parte alta y que no es capaz ni de asentarse en una zona tranquila.
La llegada de Fran Escribá al banquillo zaragocista en sustitución de Juan Carlos Carcedo consiguió enmendar el rumbo del equipo, pero en las últimas jornadas la situación se ha torcido y acumula tres jornadas consecutivas sin ganar (dos derrotas y el empate ante el conjunto burgalés) habiendo sumado 5 puntos de 18 posibles en las últimas seis jornadas que hacen que el agua del descenso cada vez esté más cerca del cuello.
El primer tiempo fue espeso, con escaso juego de ambos conjuntos, el visitante más pendiente de que el fútbol no se desbocara y que transcurriera por parámetros tranquilos y sin estallidos, que no se saliera del guion, de que no pasase nada, y los locales demasiado precavidos para evitar encajar en algún error y que el partido se les pusiera cuesta arriba.
Por ello, los primeros minutos transcurrieron con apenas una ocasión para cada equipo, aunque conforme avanzó el partido fueron los blanquillos los que lograron varias aproximaciones al área de José Antonio Caro, pero ninguna especialmente clara excepto la que protagonizó Giuliano Simeone en el minuto 37 y cuyo remate al borde del área pequeña lo salvó el meta del conjunto castellanoleonés.
El conjunto maño se mostró más ambicioso tras el descanso dando un paso adelante en el aspecto ofensivo comandado por un Tiago Manuel Dias “Bebé” muy activo con varios remates y centros al área que, si bien no llevaron excesivo peligro a la meta burgalesa, empezaron a acentuar el dominio zaragozano ante un rival al que, a diferencia del primer periodo, le costaba tapar las vías de agua.
Sin embargo, el efecto se diluyó como un azucarillo y el partido volvió a estancarse, aunque un remate muy lejano de Curro Sánchez cuando nadie lo esperaba a punto estuvo de sorprender a Cristian Alvarez en el minuto 74.
Ahí se acabó todo el poderío ofensivo de unos y otros porque al Burgos no le interesaba que el partido se agitara y el Real Zaragoza se acabó topando, un día más, con sus propias limitaciones, que son muchas.
Ficha técnica:
Zaragoza: Cristian Álvarez; Luna (Fran Gámez, m.73), Lluís López, Jair, Nieto; Bermejo (Vada, m.65), Francho, Zapater (Jaume Grau, m.87), Bebé; Puche (Pau Sans, m.65) y Giuliano Simeone.
Burgos: Caro; Areso, Córdoba, Goldar, Matos (Fran García, m.72); Raúl Navarro, Atienza, Mumo (Zabaco, m.86); Curro (Juan Hernández, m.86), Bermejo (Valcarce, m.72) y Gaspar (Mourad, m.64).
Arbitro: Trujillo Suárez (Comité de Tenerife). Amonestó a los locales Giuliano Simeone, Vada y Fran Gámez, y al visitante Atienza.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 29 disputado en el estadio La Romareda ante 17.281 espectadores.