El Cádiz mete al Valladolid en más problemas

Pasan las jornadas y el calendario se estrecha. También el descenso, y el empate que sumó esta tarde el Real Valladolid ante el Cádiz sabe a muy poco para los blanquivioletas. No les sirve para salir de la quema y, tal y como lo consiguieron, es posible que les haga más daño de lo esperado. Y es que con muy poco el Cádiz sacó un punto de Zorrilla y dio la sensación de que, con una marcha más, hubiera sacado los tres.

Óscar Plano abrió el marcador en los primeros compases y Cala, en la segunda parte, aprovechó el bajón general de los locales para poner el empate. A partir de ahí el partido fue un quiero y no puedo que terminó en el 90’ con caras muy largas.

Balanza descompensada

Al césped del José Zorrilla saltaron los dos equipos, obviamente, pero el único que demostró tener pulso fue el Valladolid. El Cádiz, al menos durante los primeros 45 minutos, fue una mancha de color amarillo dispersa sobre el verde que confió todo a Ledesma, su portero. Aún así, no es menor verdad señalar que el equipo que diseñó Cervera estaba plagado de cambios. Y se notó. El andaluz es un conjunto que ve muy cerca ya la salvación, por lo que puede permitirse esos lujos y que se los perdonen.

Así pues, desde el primer momento, los de Sergio se hicieron con el balón y a través de la combinación crearon las ocasiones. Weissman tuvo la más clara en el 11’ y solo dos minutos más tarde, le sirvió el 1-0 a Óscar Plano que resolvió bien ante el guardameta visitante. Con el viento a favor, el Real Valladolid quería más, pues esta temporada ha pagado cara su racanería. Lo buscó, pero se topó con Ledesma y la falta de precisión, dos constantes que le acompañaron hasta el descanso.

Acción-reacción

En la segunda parte, el Cádiz reaccionó sin hacer mucho ruido. Su estrategia fue presionar y solo con su mera presencia en campo contrario, hizo temblar a los de Sergio. Surfear el descenso solo es apto para botas templadas y de esas al Real Valladolid le faltan más de una y más de dos. Los visitantes encadenaron una serie de lanzamientos de esquina y no pararon hasta que llegó el gol. El balón fue a caer al área más sensible, la pequeña, y Cala estuvo rápido para desenfundar la pierna y empatar el partido. Un gol que se mereció el equipo andaluz pero que también desprotegió el castellano muy perdido desde los segundos 45 minutos.

Con el empate, el Cádiz siguió escarbando en los nervios del Valladolid y la sensación era de que , si soplaba un poco más, podía derrumbar la defensa de paja. No lo hizo y el Valladolid terminó sumando un punto que no le arregla ninguno de sus rotos. La temporada se acaba y si el Cádiz ya tiene hechos prácticamente todos los deberes, al Valladolid le toca hincar y mucho los codos.

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