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El calentamiento en España se acelera: la temperatura media ha crecido 1,3 grados en solo 60 años

Los efectos de la crisis climática en España se aceleran y donde mejor se aprecia es en los termómetros. La temperatura media en el país fue 1,7 grados superior en 2020 a la de la era preindustrial (el periodo comprendido entre 1850 y 1900). Sin embargo, el ritmo de calentamiento se ha elevado en las últimas décadas y en los últimos 60 años el incremento acumulado es de 1,3 grados, según expone el resumen ejecutivo del informe sobre el estado del clima de España 2020 que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha presentado este viernes. El estudio advierte de que, si las emisiones de efecto invernadero siguen al mismo ritmo que hasta ahora, a finales de siglo el incremento de la temperatura llegará a los 5 grados.

Controlar las emisiones de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento del planeta para limitar la subida de las temperaturas es el objetivo central del Acuerdo de París contra el cambio climático. Aproximadamente la mitad de los gases emitidos se acumulan en la atmósfera acelerando el calentamiento planetario y el otro 50% es absorbido por la vegetación y los océanos. En su informe, Aemet recuerda que, a pesar de la reducción de la actividad económica que supuso la pandemia, la concentración de los principales gases en la atmósfera siguió creciendo en 2020. En el caso del dióxido de carbono, el principal de estos gases, la concentración está en niveles nunca registrados en los últimos 800.000 años, según ha advertido ya la Organización Meteorológica Mundial.

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“No puede haber una salud pública si no hay una base de salud ambiental”, ha sostenido Hugo Morán, secretario de Medio Ambiente, durante la presentación del informe. En su opinión, este estudio monográfico sobre los indicadores climáticos, que se ha realizado este año por segunda vez, es “el parte médico descriptivo de nuestra realidad”.

Esa realidad pasa por una concentración de los años más calientes en la última década en el mundo y en España. De hecho, según ha indicado Rubén del Campo, uno de los portavoces de Aemet, 2020 es junto con 2017 el año más cálido en el país desde que comenzaron los registros de esta agencia en los años sesenta del siglo pasado. La temperatura media fue de 14,7 grados. Algo similar ocurrió en el resto del planeta, a pesar de que en 2020 se dio el fenómeno climático de La Niña, que se presupone que “debería haber ayudado a que las temperaturas fueran más frías”, ha explicado Beatriz Hervella, portavoz también de Aemet.

Modelos de futuro

Aemet recuerda en su informe que sus modelos indican que si las emisiones mundiales siguen creciendo al mismo ritmo que hasta ahora —en clara alza desde la Segunda Guerra Mundial, cuando se disparó el uso de los combustibles fósiles—, a finales de siglo el aumento de la temperatura será de 5 grados respecto a los niveles preindustriales. Para ayudar a ponerlo en contexto, Del Campo ha recordado que en el peor verano registrado hasta ahora en Europa, el de 2003, las temperaturas estuvieron solo 3 grados por encima de la media.

Efectos de la borrasca ‘Gloria’ en Almenara (Castellón).Domenech Castelló / EFE

En el verano de 2020 hubo tres olas de calor, apunta el informe. Una de ellas, con nueve días de duración, fue la tercera más larga desde 1975. El incremento de olas de calor en los últimos años es una de las consecuencias con más impacto de la crisis climática global. Del Campo ha señalado que los récord de temperaturas cálidas se han disparado también en las últimas décadas: “Ahora hay 11 veces más de récords de temperaturas cálidas que récords de temperaturas frías”.

Aemet ha resaltado los impactos que estos fenómenos tienen en la salud. Según los informes del Instituto de Salud Carlos III, en el último quinquenio han fallecido alrededor de 1.800 personas al año como consecuencia del calor extremo.

El estudio también aborda en esta edición el incremento de las temperaturas de las aguas marinas circundantes a España. Según Aemet, que ha empleado datos de Copernicus, un servicio científico de la Comisión Europea, la temperatura media de estas aguas estuvo 0,5 grados por encima de lo normal. 2020 fue el segundo año con una mayor temperatura superficial del agua en España.

Los estudios científicos apuntan a que el incremento de la temperatura del agua puede favorecer la aparición y virulencia de fenómenos extremos, como algunos tipos de tormentas. Aunque el año pasado la pluviosidad en España estuvo dentro de valores normales, sí se registró un fenómeno extremo muy intenso. Es el caso de Gloria, “una lluvia torrencial sin precedentes”, según ha destacado Hervella. “España es una de las zonas calientes del cambio climático”, ha advertido esta portavoz para referirse a los impactos que padece el país ya.

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