La primera decisión que tomó Alexis Trujillo como nuevo inquilino del banquillo del Real Betis fue… cambiar la ubicación del banquillo local, que en el Benito Villamarín casi siempre ha estado a la izquierda conforme saltan los jugadores al campo desde los vestuarios (antiguamente lo hacían por el corner de Gol Norte con Preferencia).
Rubi decidió cambiar la ubicación del banquillo a comienzos de temporada -para tener más cerca al juez de línea- principalmente- y, al final, ha seguido la misma suerte que los técnicos argentinos Carlos Timoteo Griguol y Héctor Cúper, que ya hicieron lo mismo en las temporadas 1999/00 y 2007/08 y acabaron siendo destituidos.
El estreno de Rubi con el banquillo en la nueva ubicación fue el pasado 18 de agosto en el choque ante el Valladolid (1-2), que empezó a torcerse a los 7 minutos, cuando Joel Robles fue expulsado por derribar a un rival dentro del área. El jueves, a los dos minutos del partido contra el Espanyol, el meta bético se libró de la expulsión por unas décimas de segundo en una acción similar ante Pedrosa y en el 89’ se convirtió en el héroe de su equipo al hacer un paradón ante un remate a bocajarro de Wu Lei que permitió a los béticos asegurar un triunfo que vale más de media permanencia. El cambio de banquillo funcionó doblemente.
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