En la época en la que más se habla de los problemas personales de los jugadores de la NBA, Andrew Wiggins ha sufrido uno muy serio que le ha mantenido fuera de las pistas dos meses, afectado por un serio problema familiar por el delicado estado de salud por el que ha pasado su padre. Afortunadamente, parece que la situación ha mejorado para el jugador de los Golden State Warriors.
Según han avanzado Shams Charania y Adrian Wojnarowski, el alero canadiense podría volver a jugar en el partido de este martes del conjunto de la bahía contra Oklahoma tras haberse perdido 21 encuentros. Wiggins, al que los Warriors han dado espacio y libertad para volcarse con su familia en un momento tan complicado, ha estado trabajando por su cuenta para no perder la forma.
El vigente campeón recuperaría de esta manera uno de sus titulares y una pieza fundamental para atar su clasificación para los playoffs esta temporada y defender el título. Aunque Wiggins es un jugador de impacto en ambos lados de la cancha, los Warriors le necesitan como agua de mayo sobre todo por lo que aporta en defensa, unos de los grandes problemas para el equipo de Steve Kerr esta temporada.
El alero de 28 años, número 1 del draft de 2014, dio un paso definitivo en su carrera el año pasado sobre todo en playoffs, con 16,5 puntos, 7,5 rebotes y 2 asistencias de media en una aportación fundamental para que los Warriors levantaran su sexto título tras derrotar en las Finales a los Celtics (4-2).