El caótico escrutinio de las primarias demócratas de Nueva York deja en un limbo el resultado

Kathryn Garcia, durante la celebración de la noche electoral en Brooklyn (Nueva York), el pasado 22 de junio.
Kathryn Garcia, durante la celebración de la noche electoral en Brooklyn (Nueva York), el pasado 22 de junio.EDUARDO MUNOZ / Reuters

Ocho días después de la votación, la incógnita sigue planeando sobre el nombre del ganador, o ganadora, de las primarias demócratas a la alcaldía de Nueva York. Este martes, además, se ha sumado un nuevo elemento: el caos. La publicación y posterior retirada, en cuestión de horas, de resultados parciales por parte de la junta electoral ha provocado estupor entre los neoyorquinos. La junta emplaza a este miércoles para conocer datos más precisos sobre la carrera, tras atribuir a “discrepancias” el recuento que, a media tarde, convertía la votación en un mano a mano entre el expolicía Eric Adams, actual presidente del distrito de Brooklyn, y la exconcejal de Saneamiento Kathryn Garcia. Según los medios locales, el error se debió a la extrapolación del resultado de una prueba de 130.000 votos. En esta convocatoria Nueva York ha estrenado un sistema denominado de multielección o multipreferencia -los votantes podían marcar hasta cinco nombres en las papeletas- cuyo recuento está resultando mucho más complejo de lo previsto. Además, habrá que esperar hasta el próximo 6 de julio para abrir los 124.000 votos por correo.

Según los resultados “discrepantes” publicados en la tarde del martes, el favorito, Eric Adams ,había visto desplomarse los diez puntos largos de ventaja que según los primeros resultados sacaba la noche electoral, el pasado 22 de junio, sobre las candidatas Maya Wiley y Kathryn Garcia. En ese momento, según el recuento provisional, Adams lideraba la carrera con el 31,7% de los apoyos, por delante de Wiley, la candidata más progresista, con el 22,3%, y la moderada Kathryn Garcia, con el 19,5%.

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La Junta Electoral activó este martes la tramitación del complejo sistema de multielección. Consecutivamente, fue eliminando a los aspirantes menos votados (un total de ocho), como primera opción. Es decir, descartando los nombres marcados menos veces como primera opción en las papeletas, y repartiendo entre los candidatos restantes los otros votos.

Según ese recuento ahora en entredicho, Garcia había remontado notablemente en la carrera, a costa de Wiley, hasta situarse a menos de tres puntos de Adams. La tercera en liza la noche del 22 de junio lograba ahora el 48,9% de los votos, frente al 51,1% de Adams. Nada parecía ganado ni perdido pues para los dos contendientes de los que saldrá el candidato demócrata a la alcaldía -y más que previsible alcalde- en las elecciones de noviembre. Wiley, la gran apuesta de la facción más progresista del Partido Demócrata -con apoyos famosos como los de Alexandria Ocasio-Cortez y Elizabeth Warren- parecía ser la perdedora más destacada de la contienda, además del heterodoxo Andrew Yang, cuarto en el recuento del día 22 y que esa misma noche anunció su retirada de la carrera. Con el fracaso de Wiley, pinchaba también la propia vanguardia demócrata en Nueva York.

Kathryn Garcia, cuya candidatura despegó como la espuma tras lograr el apoyo del comité editorial del diario The New York Times, convocó a la prensa al conocerse los nuevos datos. “Incluso a la vista del recuento [parcial] divulgado hoy, todavía estamos esperando que se cuenten los más de 120.000 votos ausentes [emitidos por correo] y confiamos en el camino hacia la victoria. Una vez que se cuenten todos, sé que todos apoyarán al candidato demócrata y eso es exactamente lo que pretendo hacer. Esperamos los resultados finales. Vale la pena esperar por la democracia”, declaró la candidata, cuya llamada a la prudencia adquirió horas después un carácter profético, dada la chapuza de la junta electoral. Garcia ha hecho bandera de la recuperación económica de la ciudad y del combate a la violencia armada, un fenómeno que acabó monopolizando la campaña electoral. Durante la pandemia se encargó de coordinar la distribución urgente de alimentos, y recuerda cada vez que tiene ocasión que en Nueva York hay dos millones de personas en situación de inseguridad alimentaria.

Según los datos retirados por la junta electoral de su página web, Adams se encontraría solo 15.908 votos por delante de Garcia. Los primeros resultados parciales, la noche del 22, mostraron que Garcia ha arrasado en Manhattan -pese a ser nativa y vecina de Brooklyn-, por lo que resultaría determinante para convertirse en ganador -o ganadora- arañar también un buen puñado de votos en los otros cuatro distritos de la ciudad. El perfil de gestora experimentada y centrada de Garcia -ha pasado por varios departamentos del consistorio- parece haber convencido al distrito financiero por excelencia, mientras que Adams ha explotado su faceta de expolicía conocedor del funcionamiento del enorme departamento de seguridad de la ciudad.

El ganador de las primarias demócratas -sea el que fuere, si el escrutinio llega a buen puerto- se enfrentará en noviembre al republicano Curtis Silwa, uno de los dos contendientes que se presentaron a las primarias de su partido. Fundador de las polémicas patrullas de vigilancia urbana Ángeles Guardianes, tiene pocas probabilidades de salir elegido en una ciudad demócrata hasta la médula como Nueva York. Las primarias demócratas, por el contrario, que congregaron al principio a casi una veintena larga de aspirantes, prometen una competencia reñida hasta el final, ahora lastrada por el caos de un sistema que ha demostrado ser cuando menos disfuncional.

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