El cartel racista de Vox ya tiene sustituto


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Para Alejandro Plans, portavoz del partido político Por Un Mundo Más Justo (M+J), el 20 de abril Madrid amaneció “más gris”. En plena campaña electoral, Vox colgó un cartel en la estación de Metro de la Puerta del Sol con uno de los ataques hacia los menores extranjeros no acompañados más agresivos y explícitos hasta la fecha: “Un mena [acrónimo despectivo de estos niños migrantes] 4.700 euros al mes. Tu abuela 426 euros de pensión al mes. Protege Madrid”. “No nos lo podíamos creer”, cuenta por teléfono Plans. “Se estaban metiendo con la población más vulnerable que existe: los niños”. En respuesta y “sin querer caer en el revanchismo”, M+J decidió sustituir los pósteres y el mensaje con un letrero en el que aparecen cuatro jóvenes ex tutelados y una cita: “Hemos venido a sumar y a trabajar”. Cada mes, durante el próximo año, se irán cambiando con otros rostros y nuevas “historias de vidas reales para que nunca más veamos mensajes contra los menores en los espacios públicos”.

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Los protagonistas del nuevo cartel son Abderrahim Belghalia, Mohamed El Azzouzi, Abdelouadoud Abboute y Mohamed Lamine Kobele Keita, en orden de izquierda a derecha. Los cuatro jóvenes de menos de 20 años llegaron desde Marruecos y Guinea Ecuatorial siendo apenas unos niños y con una cosa clara. “Queríamos más oportunidades que las que nos daba nuestro país”, cuenta El Azzouzi por teléfono.

Este chico de 19 años, que está tramitando los papeles para que le contraten en una empresa de serigrafía en Granada, llegó en una patera que compró junto con 11 amigos del barrio hace casi tres años. Pasó el primer año en un centro de menores y cuando cumplió los 18, entró a uno de los pisos para jóvenes ex tutelados, gestionado por la Junta de Andalucía y la Asociación Engloba. “No ha sido nada fácil, pero era a lo que venía”, dice. Estos días anda buscando un piso de alquiler al que poder mudarse con lo que ha ahorrado de las prácticas en esta empresa.

Sentí rabia al ver ese mensaje de Vox. Yo no quiero quitarle nada a nadie

Mohamed El Azzouzi, joven marroquí extutelado

El cartel de Vox fue, según este joven, el primer ataque racista que sufre en España. “Aquí siempre nos han ayudado y nadie nos había faltado el respeto de esa manera”, cuenta entristecido el marroquí. “Sentí rabia. Yo no quiero quitarle nada a nadie”. Para Carmen Pastor, coordinadora de los programas de mayoría de edad de la Asociación Engloba, es indignante tener que desmentir continuamente que los menores extranjeros no son delincuentes: “Son chicos totalmente normales, pero con más dificultades que cualquier otro de 18 años. Y en un tiempo récord tienen que aprender un idioma, moverse entre las diferentes administraciones, mejorar en habilidades para aspirar a un puesto de trabajo…”.

Precisamente eso, su día a día, es lo que contaron estos cuatro amigos en el corto Las dos caras de la moneda. “Yo vine a esto”, que grabaron durante la cuarentena para el festival de CEAR Juvenil Andalucine y por el que obtuvieron el premio en la categoría del público y otros dos galardones más en el Festival PLURAL+ de Naciones Unidas. En este clip de menos de cinco minutos, realizado con la ayuda de los estudiantes producción audiovisual Jorge Orellana Lorenzo, Pedro Carrillo Pastor e Inma Diéguez Urbano y el músico Joaquín Abel Agüera Gómez, se cuestiona el discurso xenófobo de Vox. “Hay quien piensa que los jóvenes ex tutelados no hemos venido a España a integrarnos. Pero no lo dejé todo para hacer eso”, narran en el vídeo.

Los menores que llegan a España son estos. No los delincuentes y peligrosos que quiere retratar Vox

Alejandro Plans, portavoz de M+J

Desde que en M+J vieron el corto, se pusieron en contacto con la asociación andaluza. “Los menores que llegan a España son estos”, dice Plans. “No los delincuentes y peligrosos que quiere retratar Vox”. Por eso, para “sanar la herida que generan las políticas basadas en el miedo y la confusión”, el partido político de casi 700 afiliados y sin representación en el Congreso, está preparando los siguientes carteles. “Durante el próximo año ese espacio está reservado para proteger a estos menores. Es un símbolo para restituir la dignidad en el mismo sitio donde se les vulneró”.

Aunque el cartel ha sido pintado con algunos insultos y un “viva España” al lado de la cara de uno de ellos, Plans asegura que “son más” los que celebran el nuevo póster. “En él invitamos a que la gente se saque un selfie con estos chicos y que nos lo manden, y hemos recibido muchísimo apoyo. Era un acto necesario que teníamos pendiente como sociedad”, dice.

Una carrera de obstáculos

Para Pastor, estos chicos solo son bandera de valentía y perseverancia. “El proceso de llegar a otro país, adaptarse, formarse y entrar en el mercado laboral es lento y muy difícil”, explica. Una vez que estos menores cumplen la mayoría de edad, ya no son tutelados por el Gobierno y suelen buscarse la vida por su cuenta o intentan incorporarse a iniciativas de acompañamiento como las de la Asociación Engloba. “Lo único a lo que aspiran es a ahorrar, ser independientes y volver a sus casas para decirle a sus padres que todo lo que hicieron valió la pena. Pero también son adolescentes, y es necesario que disfruten y hagan amigos. Claro que no son delincuentes, pero estando en la calle y sin ningún tipo de ayuda ni recursos es más probable que cometan errores. Como cualquiera en esa situación”.

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