El Celta frena al Atlético sobre la bocina

El Celta, sobre la bocina, frenó al Atlético de Madrid en el Metropolitano. Un gol de Ferreyra en el minuto 89 dio el empate al cuadro gallego, que comenzó ganando. Y cuando peor estaba, el cuadro rojiblanco dio la vuelta al marcador con un doblete de Luis Suárez. Y cuando mejor estaba, llegó el mazazo, en un partido en el que el líder estuvo a punto de sobreponerse a las muchas e importantes bajas con las que acudió a la cita.

El Atlético -Celta en imágenes

El Atlético afrontaba el partido más golpeado todavía si cabe por el coronavirus, después de conocer por la mañana que Lemar, que iba a ser titular y Héctor Herrera, habían dado positivo. Se unían así a la nómina formada por Hermoso, Joao Félix y Dembélé, y de la que había salido Carrasco, que se quedó en el banquillo tras diez días parado. Trippier seguía sancionado. Si a ello le unimos que Barça, Madrid y Sevilla habían ganado sus partidos, y que enfrente estaba el Celta de Iago Aspas, la empresa no parecía nada sencilla para los rojiblancos, que salieron con Kondogbia en el once (primera vez en Liga) y Lodi por la izquierda, pasando Saúl al centro.

El rival se encargó de demostrar que la noche iba a ser difícil. Salió muy bien el Celta, con un once ofensivo, mandando con el balón y presionando arriba. Nolito tuvo la primera, pero solo, no conectó el cabezazo.Tenía problemas el cuadro colchonero para generar juego, muy lejos del área celeste. Y a la segunda, los gallegos se adelantaron en el marcador, por medio de Santi Mina, tras un gran servicio de Hugo Mallo, que encontraba una autopista cada vez que subía la banda. El delantero se metió entre Felipe y Giménez para cabecear, lanzándose al suelo y en el área pequeña, el preciso centro del lateral. Otro tanto recibido por Oblak (ya son cuatro jornadas consecutivas), que se está acostumbrando a encajar.

El gol no cambió las cosas, pues el Celta jugaba prácticamente a placer ante un Atlético desconocido, que evidenciaba problemas en todas las líneas. En defensa, con Felipe y Lodi. En el centro, sin generar fútbol. Y arriba, con Suárez alejado del área y Llorente lejos de la zona donde suele hacer daño. El único que lo intentaba era Correa, el mejor de la primera parte. Eso sí, el dominio de los de Coudet era estéril. Una sola ocasión.

Y precisamente el argentino fue el que originó la jugada del empate, al filo del descanso. Abrió para Llorente, que al fin subía, y la puso de primeras al corazón del área, donde apareció, quién si no, Luis Suárez para empujar el balón a la red. Gol de puro ‘9’, para poner la igualada en el marcador. La mejor noticia posible para un Atlético que no había generado nada, pero que tiró de pegada y efectividad para dejar las cosas como estaban a las nueve de la noche: empate. Tremendo botín para los colchoneros.

Movió el equipo Simeone en el descanso. Dejó a Felipe, con tarjeta y algo desquiciado, para meter a Torreira. Vuelta al clásico 4-4-2. Y sin tiempo para ver cómo había sentado el cambio, el segundo. Otro de Suárez. Este por la izquierda, y se lo regaló Lodi (al fin eligió bien), que puso de primeras al área un gran pase de Kondogbia. El uruguayo se lanzó para marcar. Otro gol de ‘killer’. Un depredador así no está pagado. 16 goles lleva.
Criminal.

Tuvo el empate Aspas poco después, pero cuando iba a fusilar, apareció Kondogbia para tapar. Lo celebraron los rojiblancos, Cholo incluido, como si de un gol se tratase. Crecía el francés, una escoba barriendo todo en la medular. Casi 20 recuperaciones completó.

En esas, había crecido mucho el Atlético. A nivel físico, muy intenso en sus acciones. Con más confianza. Y con más balón. Cambios, eso sí, no uno más. El Celta, claro, también había bajado. Estaba más desordenado, impreciso, superado por la intensidad rojiblanca. Pero esto es fútbol. Y no hay nada escrito. Y cuando mejor estaba el Atlético, peor el Celta, y todo hacía indicar que los tres puntos se quedaban en casa, llegó el empate. Lo logró Ferreyra, empujando en la línea de gol un centro de Solari desde la derecha. Era el minuto 89. No había tiempo para más.

Pinchó el Atlético, tras ocho victorias consecutivas. En un partido extraño, en el que el cuadro rojiblanco dio la vuelta al marcador cuando peor estaba y al que le empataron cuando estaba mejor. Al líder, penalizado por las bajas, se le escaparon dos puntos al final, pero tiene colchón.