El Celta logra su primera victoria a costa del Girona

El Celta sumó una victoria importantísima fuera de casa frente al Girona. Los de Coudet tenían ganas de estrenarse en Liga y fue contra los catalanes cuando llegó su primer triunfo. El partido empezó tal y como se preveía. El ritmo y la presión fueron los máximos protagonistas durante toda la primera mitad. Los locales buscaron desde el inicio continuar con el juego que dejaron el lunes frente al Getafe, sin arrugarse ante un Celta con la intención de sumar su primera victoria en Liga.

El inicio de partido no fue bueno para el conjunto gerundense. Yangel Herrera tuvo que retirarse por unas molestias y tuvo que incorporarse Ramón Terrats. Con la posesión repartida durante buena parte de la primera media hora de partido, los gallegos intentaron contrarrestar el juego del Girona, que se impuso poco a poco en Montilivi.

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De modo intermitente fue el Celta acercándose a la portería de Juan Carlos. Cada vez que la delantera comandada por Aspas se decidió a apretar, la defensa rojiblanca sufría en cierto modo, aunque no con los apuros de otros encuentros.

En clave rojiblanca, Taty y Stuani fueron de nuevo los elegidos para meterse en jardín celeste. No les faltó compañía, pues debutó como titular Óscar Ureña, el jovencísimo extremo de 19 años. Sorpresa en parte porque los de Míchel cuentan con Reinier y Samu Saiz, pero por contra es un jugador que está dejando muy buenas sensaciones por la energía que transmite en el verde.

El crono llegó a su mitad con un susto de cada color y, ambos, con algo en común. Los saques de esquina fueron protagonistas por su proximidad a la red que guardan los cancerberos. Nada más volver a iniciarse el encuentro llegó el primero para los visitantes. El líder del conjunto gallego, Iago Aspas cruzó un balón raso que se introdujo en la red de Juan Carlos. Los desplazados visitantes vieron como el ariete se señaló con orgullo el escudo vigués.

Fue a partir de ese momento cuando al Girona le tocó remar, aunque se encontraron con un Celta dominador. Así pues, los papeles parecieron cambiarse. En busca de contrarrestar la posesión gallega, Míchel dio entrada a Reinier y a Samu Saiz.

A lo suyo siguió el Celta, que pareció cambiar en ciertos aspectos de juego durante la charla que determinó el descanso del encuentro, supo muy bien controlar los tiempos del partido y supo dónde podía sufrir el Girona. La clave fue posicionarse bien defensivamente y esperar a ganar los duelos en balones divididos para, posteriormente, progresar con el esférico a campo rival y arañar cualquier circunstancia ventajosa.

El técnico vallecano, desesperado, intentó buscar soluciones y continuó haciendo cambios para lograr el empate, pero el Celta, que fue de menos a más, acabo aferrándose al marcador y supo que pasaran los minutos sin que el Girona llegara con peligro. Los gallegos sumaron su primera victoria en Liga mientras que el Girona acumula dos derrotas y una victoria.