La directiva del Chelsea registrará algunos cambios tras ser adquirido por el magnate estadounidense Todd Boehly al oligarca ruso Roman Abramovich por 5.000 millones de euros, pero Bruce Buck, de 76 años, seguirá ejerciendo sus funciones de presidente.
Bohely, copropietario de los Dodgers (equipo de béisbol de Los Angeles), lidera un consorcio y su operación de compra solo está pendiente de la definitiva aprobación del Gobierno británico y de la Premier League.
Buck se unirá a Boehly en la junta junto al periodista Daniel Finkelstein y la ejecutiva de relaciones públicas Barbara Charone, que ejercerán como directores no ejecutivos.
¿Seguirá Granovskaia?
Aún no está claro si la directora Marina Granovskaia se unirá a ellos tras ser una negociadora clave en las operaciones de fichajes y traspasos. Llegó al Chelsea en 2010 como representante de su compatriota Abramovich, con quien empezó a trabajar en 1997 en la petrolera Sibneft (ahora Gazprom Neft), entró en la directiva en 2013 y al año siguiente se convirtió en directora ejecutiva del club.
Granovskaia haría de puente en la gestión deportiva después de que el Chelsea no pudiera llevar a cano ninguna operación debido a las sanciones impuestas al club por el gobierno británico por los vínculo de Abramovich con Vladimir Putin tras la invasión rusa de Ucrania.
No entrará en la junta por ser fan del Tottenham
El empresario británico Jonathan Goldstein, que forma parte del consorcio, no tendrá un puesto en la directiva. Director ejecutivo de una firma de inversión inmobiliaria, es un colaborador cercano de Boehly. Sin embargo, prefiere tomar una posición menos destacada dado que algunos aficionados del Chelsea se opusieron a su participación porque es un seguidor del Tottenham, eterno rival londinense de los ‘blues’.