‘Coraje’, de Raina Telgemeier.Raina Telgemeier (San Francisco, EE UU, 43 años) se convirtió hace diez años en un fenómeno editorial con un libro sobre ortodoncia, esa plaga bíblica que recorre bocas infantiles de medio mundo. Se titulaba Sonríe y contaba su propia desesperación con la pérdida de dos incisivos que le hicieron perder pie en el mundo. Nada que banalizar si uno tiene 11 o 12 años y empieza a interesarse en chicos. El éxito animó a escarbar más en su propia autobiografía a la dibujante, que dedicó un libro al nacimiento de su hermana Amara (y a todas las malas sensaciones que también puede desatar algo así en la vida de un niño) y otro a las fobias y miedos que sintió a partir de los 9 años, titulado Coraje.Por esta obra, que acaba de publicar en España Maeva, al igual que las anteriores, Raina Telgemeier recibió este fin de semana dos premios Eisner, uno de ellos como mejor escritor/artista, categoría suprema para distinguir a aquellos que tienen el don de narrar igual de bien con dibujos que con palabras y que también alcanzó con Hermanas en 2015. Los dos galardones se suman a los tres que tenía por libros anteriores (Sonríe y Fantasmas, además de Hermanas) y la colocan en un pedestal de elegidos donde apenas hay autores de cómic infantil y juvenil. Uno de esos casos donde las ventas masivas acaban apuntaladas por el reconocimiento de la crítica y la industria.Coraje (Guts, en inglés) fue saludado en The New York Times como uno de los mejores libros publicados sobre la ansiedad y sus mecanismos. Viñetas para pensar. Hace tiempo que el cómic pisa fuerte por territorios complejos y Telgemeier ha tenido la habilidad de aunar dos corrientes de moda: la literatura del yo y la novela gráfica. “Yo fui una hipocondriaca temerosa de la enfermedad. El miedo derivó en una ansiedad severa y en ataques de pánico, que han permanecido toda mi vida, aunque he aprendido a manejarlos y a vivir con ellos”, expone en una entrevista por correo electrónico realizada en junio.Si ella es el mejor material de sus libros, sus cómic se han convertido en una terapia redonda para su autora. “Lo son. Así como escribir un diario desde los 11 años me ayudó a procesar mis pensamientos entonces, escribir sobre cosas que me sucedieron hace tiempo es todavía catártico. Ahora tengo el beneficio de la edad para entender mejor quién fui y por qué”, confía.En Coraje, Raina es una niña a dos minutos de la pubertad, considerada la rarita de la clase, aunque sin problemas de acoso. Tiene una buena amiga y una buena familia. Hace cómics y vive en un piso minúsculo. Se describe a sí misma como “nerviosa, tímida, callada y vergonzosa”. Un buen día comienza a vomitar (o a creer que lo hará) y esta señal de que algo no va bien acaba colonizando su mente. Entre otros miedos desarrolla el de la emetofobia (fobia al vómito).El cómic nace de las vivencias de la autora, que acabaría en manos de una psicóloga infantil. “Comencé un diario a los 11, así que el acto de anotar mis pensamientos y sentimientos significa que tengo una grabación de todo lo que experimenté de joven. Ha sido un valioso regalo leerlos de nuevo, además creo que el hecho de escribirlos en el momento ayuda a que permanezcan más accesibles en la memoria”, indica.La viveza con la que traslada sus convulsiones emocionales podría explicar la conexión con sus lectores, que hacen que sus libros figuren siempre en las listas de superventas de EE UU. A pesar de estar publicado en 2019, Coraje aún figuraba como el tercer cómic más vendido en junio en la lista de The New York Times. “Yo trato de escribir con honestidad y humor. Creo que el trabajo artístico ayuda a los lectores a visualizar mis historias y a colocarse en la piel de mi personaje”, reflexiona.A partir de la adolescencia, Telgemeier dibujó numerosas historietas, que abordaban tanto infancias como vidas adultas. “La gente”, recuerda, “parecía disfrutar mucho de las historietas infantiles, así que empecé a concentrar mi energía en ellas”.Al margen de su línea de autoficción, Raina Telgemeier también decidió adaptar al cómic una popular colección de novelas juveniles, El club de las canguro, escrita por Ann M. Martin entre 1986 y 2000. Netflix acaba de estrenar este mes la serie inspirada en esta saga, que ha vendido más de 176 millones de ejemplares. “Hice la adaptación a la novela gráfica bastante pronto en mi carrera, y funcionó porque ¡eran mis libros favoritos cuando yo era niña! Trasladar algunas de mis historias y personajes predilectos fue un placer, y también fue una forma de cumplir con ellos al introducirlos para toda una nueva generación de lectores”, responde Telgemeier. Los cuatro libros adaptados por la dibujante han sido también editados por Maeva,que publicó recientemente El club de las canguro. El talento de Claudia.Telgemeier no ha inventado la autoficción ni el cómic, pero ha sido una de las pioneras en juntarlos a ambos para abordar con empatía las vidas de los preadolescentes. Ese territorio que no es infancia ni juventud y que hasta entonces había descuidado la industria editorial. Y que gracias a ella se ha convertido en un boom.
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