La decisión del Comité
de
Competición de dejar sin efecto la cartulina amarilla que el colegiado del Elche-Valencia (2-1) de esta pasada jornada mostró al futbolista del cuadro de Mestalla Toni
Lato ha encendido al Valencia.
No por la anulación de la tarjeta sino por lo que supone y sobre todo, por el argumentario utilizado por el Comité para justificar dicha decisión, que refuerza la tesis del valencianismo de que en esa acción se produjo un penalti a favor del cuadro che que quedó sin castigo y que podría haber supuesto el 2-2 final.
La película de los hechos es la siguiente: en el último
lance del encuentro disputado en el Martínez Valero, Toni Lato y Morente, jugador del Elche, caen en el interior del área local. Soto Grado, colegiado del encuentro, amonesta a Lato por “derribar a un jugador contrario de forma temeraria en la disputa del balón”, según escribe en el acta.
El Valencia presentó alegaciones a dicha amonestación ante el Comité, que estimó sus quejas y dejó en nada la tarjeta. Pero lo hizo argumentando, tras admitir la existencia de un ‘error material manifiesto’ después de examinar las imágenes de la jugada, que “se deduce con claridad que no hay un derribo del contrario en la disputa del balón (…). Más bien al contrario, es el contrincante quien golpea al amonestado en una acción que se desarrolla en el contexto de una disputa del balón”.
Es decir, el Comité admite que no hubo infracción de Lato a Morente y sí de Morente a Lato. Acción que al producirse dentro del área habría sido merecedora de penalti a favor del Valencia. Y que desde la sala VOR, con Alberola
Rojas al frente, no se consideró oportuno que Soto Grado revisara para su posible sanción.
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