El Constitucional ha concedido por diez votos a uno el amparo a Miquel Iceta, actual ministro de Cultura, por el veto que los partidos independentistas formularon contra su candidatura como senador autonómico en mayo de 2019. La votación tuvo lugar ayer y arrojó un resultado muy mayoritario a favor del recurso, aunque el fallo quedó pendiente de cambios de última hora, en función de sugerencias de modificación surgidas durante el debate del texto.
Las modificaciones que se han negociado hasta este miércoles a mediodía y han terminado con un solo voto discrepante en contra de la sentencia, el del magistrado del sector progresista Ramón Sáez, cuyos argumentos no se han dado a conocer. Hay también un voto concurrente, el del magistrado conservador Antonio Narváez, que está de acuerdo con el fallo, pero con otros argumentos. En todo caso, el tribunal ha dado con su deliberación un vuelco al primer proyecto de sentencia, en el que se proponía rechazar el amparo parlamentario solicitado.
La candidatura de Iceta como senador autonómico obedecía al objetivo de elegirle después como presidente del Senado. La propuesta partió del propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con la idea de que facilitaría el diálogo con las fuerzas políticas catalanas. Sin embargo, la oposición de ERC, Junts y la CUP en el Parlament de Cataluña le cerró el paso a Iceta, en unos términos que el tribunal de garantías ha considerado lesivos para el ejercicio de sus derechos fundamentales.
El argumento esencial de la sentencia expone que “la Mesa (del Parlament) debió optar por un procedimiento de votación que, sin restringir la facultad de la Asamblea de votar o no por el candidato propuesto, elegible por mayoría simple, impidiera que pudiera constituirse una mayoría de bloqueo amparada en la posibilidad de formular un voto negativo sin alternativa alguna”.
La deliberación de este asunto fue iniciada por el Constitucional en su pleno del pasado 8 de marzo, pero no se votó el proyecto de sentencia —que inicialmente proponía rechazar el recurso— para que pudieran llevarse a cambio algunas modificaciones del texto. En todo caso, en la discusión de la impugnación se puso de manifiesto que ya desde el inicio existía una rotunda mayoría a favor de conceder el amparo, con el apoyo tanto de magistrados del sector conservador como del sector progresista.
La tesis compartida es que la oposición de los partidos independentistas a la candidatura de Iceta supuso una modificación del sistema de elección del senador autonómico propuesto, en términos lesivos para los derechos del entonces diputado socialista en el Parlamento catalán. ERC, Junts y la CUP, a su vez, explicaron que el veto se debía a que el hoy ministro de Cultura apoyó en 2017 la suspensión de la autonomía de Cataluña mediante la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
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La mayoría independentista forzó que la votación fuese electrónica y secreta. Se trató de un cambio sin precedentes. En las 29 ocasiones anteriores en que el Parlamento de Cataluña había elegido a senadores autonómicos se había respetado al candidato propuesto por los respectivos partidos. La portavoz del PSC, Eva Granados, denunció la iniciativa contra el candidato socialista como un ataque a sus derechos de representación política, y a los de sus electores. El veto a Iceta prosperó por 25 votos a favor de su candidatura, 65 en contra y 39 abstenciones. Apoyaron al candidato del PSC los socialistas y los comunes, mientras que el bloque independentista se pronunció en contra y PP y Ciudadanos se abstuvieron.
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