La pandemia del coronavirus ha puesto patas arriba el mundo del deporte, paralizado por completo a la espera de que se vaya superando la actual crisis sanitaria. Los efectos son evidentes en el corto plazo, con deportistas confinados en casa que casi no pueden entrenar, clubs que han reducido su actividad y competiciones canceladas o en ‘stand by’ a la espera de buenas noticias que permitan su reactivación. Sin embargo, las entidades ya empiezan a mirar más allá y todos están asumiendo que los efectos de esta catástrofe se estirarán bastante en el tiempo. Centrándonos en el mundo del basket, ya se puede decir que la incidencia del golpe del coronavirus en los próximos presupuestos de los equipos va a ser muy importante.
El Anadolu Efes, vigente subcampeón de Europa y líder de la presente Euroliga, ha sido uno de los primeros clubs en poner cifras a la debacle. “Estamos considerando una reducción del presupuesto de entre el 30 y el 40% para la próxima temporada”, ha declarado su general manager Alper Yilmaz en una videoconferencia con diversos medios de comunicación. “Esperamos una pérdida de ingresos del 27 o 28%”.
El Maccabi Tel Aviv también augura un impacto durísimo. “No estamos preparando nada de la próxima temporada y no lo haremos a corto plazo porque una gran parte de nuestro presupuesto depende de las entradas y los abonos de temporada. Casi 10.000 de las 11.500 localidades (del Menora Mivtachim Arena) para cada partido están ya vendidas. Y eso es entre el 50 y el 60% de nuestro presupuesto. Si a la gente no se le permite ir a lo partidos y no podemos vender abonos, no podemos hacer ninguna previsión”, señalaba hace uno días el técnico Giannis Sfairopoulos.
Situación delicada en el Barça
Desde el FC Barcelona no se ha realizado ninguna valoración tan concreta sobre el impacto de la actual crisis mundial en el próximo presupuesto de la sección de baloncesto. La sección ha alcanzado esta campaña el presupuesto más alto de su historia, de 41,47 millones de euros. La explicación está en los importantes refuerzos incorporados el pasado verano, liderados por todo un NBA como Nikola Mirotic. Teniendo en cuenta que este verano acaban contrato pocos jugadores (Pangos, Kuric, Tomic) y continúan los que tienen fichas más altas, lo normal es que el próximo presupuesto fuera a ser, en principio, igual o superior al del 2019-2020.
Todo puede cambiar a causa del coronavirus. El club azulgrana ya ha reconocido que merma de ingresos de esta temporada respecto a lo presupuestado superará seguramente los 100 millones de euros. Más de 30 dejarán de ingresarse en el Museu y las tiendas y 50 también se perderán en derechos de TV. A ellos hay que sumar 15-20 millones por la actividad en el Camp Nou y de 6 a 16,5 por no jugar ante el Nápoles en Champions League de fútbol y no poder pasar a cuartos aún.
A ello podría sumarse el desfase entre la cifra de traspasos previsto (124 millones) y lo recaudado hasta la fecha por este concepto, los 61,4 millones resultantes de las ventas de Malcom y Denis Suárez y la cesión de Coutinho. Solo vender a Rakitic permitiría equilibrar de algún modo esta partida, aunque la parálisis actual del mercado y la escasa disposición del croata a salir no invitan a ser optimistas. De no añadirse nuevos traspasos, el Barça se quedaría a 62,6 millones de los ingresos presupuestados por este concepto. Sumados a lo anterior, el golpe se eleva ya a más de 160 millones.
Los pactos con los jugadores para reducir sus salarios deben servir para reducir este importante desfase en las cuentas. Sin embargo, de momento el ahorro en los sueldos parece claramente insuficiente, y más cuando está pactado volverles a pagar el 100% en cuanto se levante el estado de alarma, se reanuden o no las competiciones. Desde el club se ha valorado este concepto en unos 16 millones de euros mensuales. Aunque el estado de alarma se alargara hasta el 30 de junio, la cifra total (unos 56 millones de euros) no lograría compensar ni de lejos la disminución de ingresos.
Nadie puede descartar en estos momentos que todas las partidas de gasto vayan a reducirse en el próximo presupuesto, incluida la más importante, la de salarios deportivos. Y ello solo podría hacerse renegociando los contratos en vigor.
La dirección de la Euroliga y la asociación de jugadores de esta competición (ELPA) continúan las negociaciones para consensuar un porcentaje de rebaja a los salarios de esta temporada que permita a los clubs contener el golpe del coronavirus. Se habla de que esta cifra, que a fin de cuentas será una recomendación no vinculante, rondará el 30%. Misko Raznatovic, el agente más poderoso de basket europeo, ya avanzó hace unos días que en su opinión la rebaja no debería superar el 15%. Hay clubs que ya han acordado rebajas con sus jugadores sin esperar al acuerdo entre Euroliga y ELPA. El Barça fue el primero, reduciendo un 70% las fichas mensuales de su equipo de basket a través de un ERTE. El Bayern Munich anunció ayer una rebaja pactada con sus jugadores del 30% de su ficha anual, mientras que el real Madrid en su día anunció un recorte de entre el 10% (si se vuelve a jugar) y el 20% de la ficha anual.
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