“El COVID-19 lo contraje en el C4; toda mi familia esta contagiada”

León, Gto., 1 Jun (La Neta Neta).- Desde hace siete años Carem Ayala trabaja en el Centro de Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C4) del municipio de León. Ella es una de los 23 casos positivos de COVID-19 que fueron detectados con el brote entre el personal.

El virus ha afectado a toda su familia; su esposo dio positivo, hoy por la tarde también le confirmaron a su hijo Manuelito de cinco años, su sobrina de la misma edad y su hermana Ana Lilia.

Expuso que desde que supo que su familia también ya fue contagiada, no ha dejado de llorar y sentirse culpable. Ella denunció hace unos días la negligencia de la Secretaría de Seguridad Pública para que se siguieran los protocolos y evitar que se dieran casos.

Carmen Ayala contó que a pesar de que sus superiores sabían que ya se habían registrado casos positivos de COVID-19, ella y otras compañeras que están en el C4 registraron síntomas y pidieron permiso para atenderse, sin embargo se les negó. Fue el 22 de mayo cuando le dijeron que había dado positivo a coronavirus.

“Yo tuve 37.9 grados de temperatura y me acerqué con mi coordinadora y no me dejó ir, yo terminé el turno el domingo (24 de mayo). Cuando salí mi esposo se puso a llorar y me llevó al Seguro, me trajo la cartilla. Le dije por favor me siento muy mal, cuando llegó me dijo te veo muy mal, y se puso a llorar”, expresó.

Recordó que ella se sentía muy mal y le faltaba el aire, por eso su esposo la llevó directamente. Ya en la clínica del IMSS, tramitó la incapacidad.

“Le dije a la doctora que era del C4 y me dijo: ya vinieron muchos compañeros de usted, y ya usted sería la décima. Luego le habló a su coordinador y me dio los 14 días de confinamiento”, dijo.

Carmen Ayala cuenta que desde que se dio el primer caso el 8 de mayo, se hizo una sanitización pero faltó endurecer los protocolos. Ahora ya suman 23 contagios a los que ella agrega los cuatro integrantes de su familia.

“Lo que me preocupa son mis compañeras que aún van, pobres. Y dos tuvieron que renunciar. Una de ellas ya no podía con todo”, concluyó.

 

AA/GVG