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El crecimiento de China se suaviza al 7,9% en el segundo trimestre y enfría las expectativas sobre la fuerza de la recuperación


El producto interior bruto (PIB) de China disminuyó su crecimiento a un relativamente modesto 7,9% interanual en el segundo trimestre del año, después de haber aumentado en un 18,3% en el periodo entre enero y marzo, según las cifras que ha dado a conocer este jueves en Pekín la Oficina Nacional de Estadísticas. En una rueda de prensa para anunciar los datos, el organismo estadístico ha advertido que el crecimiento continúa “desigual” y persisten las incertidumbres externas. En comparación intertrimestral, la tasa más utilizada en occidente, el PIB de la segunda economía del mundo -y la primera en recuperar la normalidad, tras dar la pandemia prácticamente por superada- creció un 1,3%. Tres meses antes, el aumento había sido del 0,4%, pero los analistas esperaban un rebote mayor del registrado durante el segundo trimestre.

La moderación del crecimiento a partir del segundo trimestre y durante el resto de 2021 era algo ya previsto por los expertos. En parte, porque el fuerte aumento del crecimiento anualizado en el primer trimestre reflejaba el duro batacazo (-6,8%) que la economía china había sufrido en el periodo de enero a marzo de 2020, en lo peor de la pandemia. Y en parte, porque en los últimos meses las cifras macroeconómicas habían comenzado a apuntar una relativa pérdida de impulso. La semana pasada, el Banco Popular de China (PBOC por sus siglas en inglés, el banco central) anunció un recorte del 0,5% en las cifras de efectivo que los bancos deben guardar como reserva. Esa medida, que ha entrado en vigor este jueves e inyectará unos 130.000 millones de euros en la economía, está encaminada a facilitar préstamos a las pequeñas y medianas empresas.

El crecimiento del segundo trimestre se vio favorecido por la fortaleza de las exportaciones, que aumentaron un 31%, alentadas por la aceleración en las campañas de vacunación y la relajación de las medidas restrictivas contra el coronavirus en parte de sus principales socios comerciales. Las importaciones se elevaron en un 43%, pese a brotes de covid en zonas portuarias, incluida la provincia de Cantón, una de las más pobladas del país y centro de producción manufacturera. Un portavoz del Servicio de Aduanas había advertido esta semana que las cifras del resto del año podrán verse reducidas por las incertidumbres que aún rodean la trayectoria de la pandemia.

En contra pesó la lenta recuperación del consumo interno y los altos precios que deben pagar las empresas por las materias primas.

Según los datos de la ONE, la producción industrial creció en junio un 8,3% anualizado, frente al 8,8% de un mes antes. Las ventas al por menor aumentaron un 12,1%, por un 12,4% registrado en mayo. El índice de desempleo urbano se situó en el 5%, después de que en febrero de 2020, en lo peor de la pandemia, hubiera llegado al 6,2%. El dato más débil llega de las inversiones en activos fijos, con un crecimiento del 12,6% interanual en el primer semestre, en comparación con el 15,4% del semestre anterior. La compra de equipos descendió un 0,8% interanual en junio, un posible efecto de la escasez mundial de semiconductores.

La Oficina de Estadísticas considera que la economía ha continuado su “recuperación estable” en la primera mitad de este año, pero “persisten muchas incertidumbres externas y la recuperación interna es desigual”. “Hacen falta esfuerzos para asentar las bases de una recuperación y un desarrollo estables”, sostiene.

Una valoración similar ofrece la consultora Capital Economics. “Es probable que se intensifiquen los vientos en contra del crecimiento en la segunda mitad del año”, apunta su economista jefe, Julian Evans-Pritchard, en una nota. “El boom en las exportaciones durante la pandemia parece haber alcanzado su techo y se suavizará en los próximos trimestres a medida que las campañas de vacunación y la reapertura contribuyen a normalizar las tendencias de consumo globales”.

“Al tiempo que el PBOC ha relanzado sus esfuerzos para reducir los costes de los préstamos, de momento hay pocas señales de que pretenda relajo los controles cuantitativos en el crédito y dar la vuelta a la reciente disminución en el aumento de crédito, que parece encaminada a lastrar aún más el gasto en la inversión”, señala el analista.

China se ha fijado para este año una meta de crecimiento de al menos un 6%, pero el Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que la segunda economía del mundo registrará un aumento del 8,4% en 2021.


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