Si Marc Márquez cumple con la palabra pronunciada el pasado 11 de septiembre tras el test de Misano el culebrón alrededor de su figura llegará a su fin los próximos días. El jueves está convocado a la segunda de las ruedas de prensa oficiales del Media Day del GP de Japón junto a Brad Binder, Fabio Quartararo y Taka Nakagami que podrían acabar como meros convidados de piedra ante la magnitud de la noticia que se produzca, sea en un signo o en otro. Será el punto final a esa conducta enigmática en la que lleva instalado desde que el proceso de desconexión con Honda comenzó en verano de 2022 tras la última de las operaciones en su brazo derecho.
Una vez recuperado de la cirugía en la Clinica Mayo de Rochester y a pocas semanas de reaparecer de nuevo en el test de Misano Marc Márquez hizo un viaje relámpago al Red Bull Ring para sostener una tirante reunión con la cúpula de Honda donde sentó las bases de lo que debía ser su futuro común, reunión que luego desveló en el documental que produjo, ‘Marc Márquez: All In’.
“Ellos llevaban sus papeles y yo el mío y todos los puntos que llevaba yo los llevaban ellos cambiados ya. Al jefe le he enseñado el brazo ¿Has visto esto? -enseñando la cicatriz-. No lo he hecho por placer, es para ganar. Yo quiero volver arriba con vosotros, pero si no es con vosotros me voy a buscar la vida”. Ahí ya les dejó bien claro que si no tenían las mismas ganas y ambición que él por volver a ser campeones, y eso pasaba por hacer una moto a la altura de pelear con Ducati, no cumpliría el contrato que les une hasta final de 2024.
El definitivo desencuentro llegó a final de noviembre en el test postcarrera de Cheste donde probó la moto de 2023 ya en mejores condiciones físicas. Ahí se dio cuenta de que el severo y contundente ‘speach’ no había servido para nada, fue el fin de su enamoramiento. La moto no estaba a la altura y lo más revolucionario que hizo HRC, además de unir bajo el mismo paraguas a las divisiones de dos y cuatro ruedas -una sinergia que apenas se ha notado en rendimiento-, fue apartar al director técnico y Project Leader Takeo Yokohama, recuperar a Shinichi Kokubu, el autor de la Honda más ganadora de la era 1000cc, y pescar de Suzuki a Ken Kawauchi como director técnico.
Ya fue significativo que empezara la campaña con la misma moto contra la que había rajado meses antes con frases como: “han traído una moto nueva aquí, pero necesitamos más si queremos pelear por el campeonato. Con lo que nos han mandado aquí, no pelearemos por el campeonato. Un paso no basta, tienen que dar dos”. Ni lo que le trajeron para el test de Sepang ni para el test de Portimao le valió y saltó a los leones con una moto que ya sabía no era competitiva. Luego llegaría esa accidentada primera parte de la campaña de nuevo con caídas y lesiones que también se extenderían a su compañero Repsol Honda Joan Mir y a Alex Rins del box LCR.
Y el momento más doloroso de todos y le tocó mentalmente fue cuando en Sachsenring, su circuito más exitoso de siempre, tocó fondo, cinco caídas en dos días, una peineta monumental a cámara, y, a pesar de tener el OK médico, no corrió la carrera del domingo.
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Ya estaba desconectado cuando se produjeron las reuniones con la cúpula HRC en Mugello y Red Bull Ring. Pero se comprometió a convertirse en el carísimo probador para HRC en los Grandes Premios, sin mirar los resultados. Y en julio se produjo una declaración inesperada por parte del presidente HRC, Koji Watanabe: “Es evidente que nos gustaría que siguiera. Pero al final es él quien decide. Si decide marcharse, no le retendremos”.
Y mientras ya estaba negociando para buscar una salida a su carrera deportiva y poder pelear de nuevo por victorias y títulos reapareció antes los medios el Marc Márquez más pillo y juguetón que a base de decir un día una cosa y el siguiente la contraria empezó a marear la perdiz concentrando sobre su persona todo el foco mediático y saliendo de ese foco los tres pilotos que se están jugando el campeonato MotoGP Pecco Bagnaia, Jorge Martín y Marco Bezzecchi. Y cuanto más la liaba más divertido era.
Primero negocia con KTM
Negó hasta tres veces la negociación con KTM, confirmada por la cúpula de Mattighofen, con un “yo no he negociado con nadie”, y el día que el mismo periodista que había sacado la información -su web forma parte del conglomerado Red Bull Media House y tiene información de primera mano- le dijo: “Vale, tu no, pero ¿y tu mánager?”, se quedó por primera vez Marc sin una respuesta rápida de las suyas.
Con lo que no contaban es que Dorna bloquearía el tema al no concederle a KTM un nuevo equipo cliente para además solucionar su ‘overbooking’ de pilotos, así que sintiéndolo mucho KTM tuvo que decirle no para 2024 -para 2025 será otra historia-. El siguiente plan para 2024 fue subirse a una Ducati y tenía en casa el mejor ejemplo, su hermano Àlex, de cómo de buenas a primeras se puede ser competitivo sobre una de ellas, ni que sea del año anterior, y las mejores referencias del Gresini Racing.
El plan Gresini Racing
De golpe en septiembre Gresini Racing, el único de los equipos cliente de Ducati que decide sobre la identidad de sus pilotos, dejó de negociar con los otros pilotos de Moto2 con los que estaba en contacto, Dixon y Arbolino, que han acabado renovando por sus equipos y quedándose en Moto2. Y los máximos responsables de Ducati Corse también cambiaron su discurso. Pasaron en junio del “no hay sitio para otros pilotos, ya tenemos muchos y estamos contentos con los nuestros“, a este fin de semana en India asegurar que “es una decisión de Gresini y Marc, no de Ducati. Si Marc viene a Ducati nos parece bien. A nosotros nos gusta Marc. Todo el mundo quiere a Marc, es normal, es ocho veces campeón del mundo. Marc es el pasado, el presente y el futuro”.
Enigmático en Buddh
La última vez que ha hablado Marc al respecto fue en Buddh, de nuevo enigmático: “He oído los comentarios de Ducati, pero nadie está en mi cabeza. Ya dije en el test de Misano que solo tres personas de mi alrededor saben lo que pienso. Soy inteligente, sé lo que necesito, lo que quiero, y solo estoy buscando lo mejor para todos, no solo para mi”.
Los ‘hechos’ de Honda avalan su decisión
“Creo que tenemos que demostrarle con ‘hechos’ que queremos que se quede. Honda no se limita a pedirle que se quede”, declaró en julio el presidente Watanabe. El problema es que las primeras informaciones compartidas en privado por Stefan Bradl, el probador europeo de Honda, indicaban que el cambio radical que se precisa en la RC213V no iba a ser tal. No le hizo falta ni probar ese primer prototipo 2024 en el test de Misano, la decisión ya la había tomado. Paralelamente, Alberto Puig ha seguido empleándose a fondo buscando ingenieros especializados que quieran subirse al proyecto, este es el momento de las contrataciones para 2024. El tiempo dirá si ha llegado a tiempo para que cambie de opinión y agote su contrato.
Ahora solo falta que la haga pública y dejen entre todos de jugar al ‘se queda’ de Neymar porque antes de abandonar España para esta primera gira asiática le estaba declarando de nuevo su amor a Honda y reiterando hasta cuatro veces su compromiso: “Ahora mismo estoy convencido de que estoy en el mejor sitio para intentar triunfar en el futuro”. Eso fue el 12 de septiembre.
Si mira por él ha elegido Ducati para 2024
Si mira por él y su carrera deportiva se subirá en 2024 a esa Ducati del equipo Gresini aunque sea un año ‘vieja’ -con Ducatis versión anterior Bastianini en 2022 y Bezzecchi en 2023 estuvieron peleando el título-. Si también mira por Honda, la marca que le hizo una estrella y le dio seis títulos mundiales en siete campañas entre 2013 y 2019 y también una moto que le hundió en la miseria física entre 2020 y 2022, les invitará a que acepten que el proyecto de futuro debe pivotar alrededor de otro piloto más joven, Joan Mir, y cuanto antes se pongan en marcha, concesiones mediante, mejor.
“Empiezan a entenderme un poco más, yo empiezo a entender un poco esta moto tan crítica… Esta carrera me ha servido mucho a nivel de confianza, pero que también me sirva y le sirva al equipo para ponernos las pilas y decir: ‘Si mínimamente aquí se me echa una mano, paso de estar el último a luchar por un podio’”, relató este domingo Joan Mir tras estar cerca de pelear de nuevo por un podio. Sería otro giro de guion inesperado que el cambio de ciclo no estuviera a la vuelta de la esquina. Pero en este culebrón nunca se sabe.