El curioso motivo por el que algunas personas tienen el ombligo para fuera

El ombligo es la cicatriz que se forma en el vientre cuando se seca el cordón umbilical poco después del nacimiento. Lo más común es que el ombligo se forme hacia dentro, pero también hay quienes tienen el ombligo hacia fuera.

Existen dos creencias populares sobre por qué algunas personas tienen el ombligo hacia fuera, pero ambas han sido desmentidas por la comunidad científica. Una de ellas asegura que es por la forma en la que se cortó el cordón umbilical. Y la otra que es por la frecuencia de lloro del bebé.

Las causas del ombligo hacia fuera

Los científicos explican que dos motivos que explican por qué hay personas cuyo ombligo está hacia fuera en lugar de hacia dentro: una infección a ras del cordón umbilical y una hernia umbilical. Ninguna de estas dos afecciones causa complicaciones en los recién nacidos.

Según explican desde ‘KidsHealth’, el 20% de los bebés tienen hernias umbilicales y, en la gran mayoría de los casos, se cierran por sí solas. Ahora bien, también hay casas en los que se requiere de un intervención quirúrgica, pero ésto solo ocurre cuando la hernia se atasca o no se cierra una vez el niño ha cumplido cuatro años.

Curiosidades del cuerpo humano

Además del por qué hay quienes tienen el ombligo salido, hay otras muchas curiosidades del cuerpo humano que merece la pena conocer.

  • Huesos: un dato muy interesante es que los bebés nacen con 300 huesos, mientras que los adultos tienen 206 huesos. Por lo tanto, hay 94 que se sueldan entre sí durante los primeros años de vida.
  • Aire: por increíble que parezca, los humanos inspiramos y espiramos unos seis litros de aire por minuto, lo que equivale a 8.600 litros al día. El número de respiraciones diarias oscila las 21.0000.
  • Colores: un ojo humano sano puede distinguir ni más ni menos que 10 millones de colores distintos. Hay un 12% de personas en el mundo que incluso pueden ver varios millones de colores más.
  • Flatulencias: cada persona emite flatulencias 14 veces al día, que equivalen a entre 0,5 y dos litros de gas diarios.
  • Venas: el cuerpo humano tiene 100.000 kilómetros de venas, lo que equivale a 2,5 veces la circunferencia del planeta Tierra.
  • Lengua: del mismo modo que ocurre con las huellas dactilares, cada persona tiene una lengua única, con su propia forma y una distribución de las papilas gustativas única.
  • Luz: y, por último, cabe señalar que el organismo puede emitir luz en forma de brillos. Sin embargo, la intensidad de este destello es 1.000 veces menor a la que puede captar el ojo humano.

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