El curioso motivo por el que Steve Jobs o Barack Obama llevan siempre la misma ropa

Steve Jobs, Barack Obama, Mark Zuckerberg o Albert Einstein son algunos ejemplos de personas exitosas y reconocidas a quienes se conoce por su labor profesional pero que además, si te fijas, te darás cuenta en que su vestimenta es siempre la misma o con estilo muy similar. ¿Se trata de una simple coincidencia o hay algún motivo detrás de esta elección? Descubramos a continuación, el curioso motivo por el que Steve Jobs o Barack Obama llevan siempre la misma ropa.

El motivo por el que algunos genios llevan siempre la misma ropa

A lo largo del día, son muchas las decisiones que tomamos desde las más triviales a aquellas que resultan más decisivas. Según los datos de un estudio que realizó la Universidad de Cornell son miles de decisiones cada día, pero de muchas de ellas ni tan siquiera somos conscientes.

Entre estas, estarían por ejemplo decidir qué comer o qué comida comprar (podemos llegar a tener que tomar hasta 226 decisiones diarias) o qué ponerse de ropa. Sin embargo, hay gente que sí es consciente de cómo este tipo de decisiones más banales sí que pueden suponer un desgaste para su cerebro.

Un rasgo que parecen compartir personas de las que sabemos que a lo largo de su vida han alcanzado importantes logros y que se caracterizan precisamente por vestir siempre igual o con un estilo que es siempre el mismo.

Para los expertos en psicología y productividad, vestir siempre igual responde a una estrategia para ahorrar tiempo y energía mental, y así poder dedicarlos a las decisiones más importantes y creativas de su trabajo.

Todo se debe a la «fatiga de decisión»

Este fenómeno se conoce como “la fatiga de decisión”, y se refiere al desgaste que sufre nuestro cerebro cuando tiene que tomar muchas decisiones a lo largo del día, por muy triviales que sean. Aunque no seamos conscientes de ello, cada decisión implica un esfuerzo cognitivo que va agotando nuestras reservas mentales y disminuyendo nuestra capacidad de concentración, razonamiento y creatividad.

Para evitar este efecto negativo, algunos líderes han decidido simplificar al máximo algunas decisiones cotidianas, como qué ropa ponerse cada mañana. De esta forma, eliminan una fuente de estrés y liberan espacio mental para enfocarse en los asuntos más relevantes y complejos de su ámbito profesional.

Los ejemplos más claros

De este modo por ejemplo,  Steve Jobs, el fundador de Apple, solía vestir siempre con unos vaqueros Levi’s modelo 501, unas deportivas New Balance 992 y un jersey de cuello vuelto negro. Según contó su biógrafo Walter Isaacson, Jobs tenía cientos de prendas idénticas en su armario y las usaba como una especie de uniforme para no tener que pensar en qué ponerse cada día.

Lo mismo le ocurre a Barack Obama, el expresidente de Estados Unidos, solía llevar trajes grises o azules con camisas blancas o azules. En una entrevista con Vanity Fair en 2012, Obama confesó que tomaba esta decisión para reducir las opciones y simplificar su vida. “No quiero tomar decisiones sobre qué voy a comer o qué me voy a poner porque tengo demasiadas otras decisiones que tomar”, dijo.

Para Mark Zuckerberg, el creador de Facebook, y que siempre suele llevar camiseta gris, vaqueros y zapatillas deportivas, es también una cuestión de dar prioridad a lo que considera importante y que es servir a la comunidad de su red social, tal y como explicó en una sesión de preguntas y respuestas en 2014. “Quiero asegurarme de usar toda mi energía para eso”, afirmó.

Albert Einstein, el genio de la física, también tenía un estilo muy definido y repetitivo: un traje gris o marrón con una camisa blanca y un jersey o una chaqueta del mismo color. Según se dice, Einstein tenía varios trajes iguales en su armario y los usaba para evitar perder el tiempo en elegir su vestimenta.

Ahora ya sabemos porque algunos de los cerebros más prodigiosos han optado por vestir siempre igual como una forma de optimizar su productividad y su creatividad. Sin embargo, esta no es la única manera de combatir la fatiga de decisión. Otras estrategias posibles son planificar las decisiones con antelación, establecer rutinas y hábitos saludables, delegar algunas tareas o limitar las opciones disponibles.


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