el curioso truco para conducir sin etiqueta y que no te multen

En el mes de septiembre de 2022, el Ayuntamiento de Madrid reconoció que la recaudación de las multas derivadas de la puesta en funcionamiento de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en la capital alcanzaba los 82 millones de euros. Sin lugar a dudas, se trata de una cifra muy significativa, la cual podría aumentar este 2023 con la entrada en vigor de medidas más restrictivas.

Desde el 1 de enero de 2023, los vehículos más contaminantes tiene prohibido circular en la M-30 y su interior de 06:30 a 22:00 horas.  Esta prohibición se aplica a los vehículos sin etiqueta (clasificación ambiental A) que a fecha 1 de enero de 2022 no estuvieran domiciliados en la ciudad de Madrid, en el Registro de Vehículos y figureraran dados de alta en el padrón del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) del Ayuntamiento de Madrid.

Ante esta situación, los madrileños han puesto en marcha algunos trucos de lo más curiosos para evitar las infracciones por acceder, circular o estacionar en determinadas zonas con etiquetas que no corresponden. Por ejemplo, por circular en la ZBE del Centro con un vehículo con etiqueta B o C y no estacionar en un aparcamiento habilitado para ello, la sanción es de 200 euros.

Vehículo histórico

Los vehículos sin etiqueta según el soporte legal del sistema de etiquetado en el BOE nº184 del año 2018 son los «coches de gasolina matriculados antes del año 2000, y coches diésel anteriores al año 2006». Es decir, «coches de gasolina anteriores a la normativa Euro 3, y coches diésel anteriores a la normativa Euro 4».

Si un vehículo tiene más de 30 años, una de las soluciones para circular sin ningún tipo de restricciones por las ZBE de Madrid es matricularlo como histórico. Sin embargo, este trámite no es tan sencillo como antes, ya que la DGT está cambiando la normativa, y a partir de ahora también se tendrá en cuenta su valor como pieza única.

Motor GLP

Transformar el motor del vehículo para que funcione con gas GLP es una de las medidas más socorridas, pero únicamente se puede hacer en coches de gasolina. El precio en un taller homologado es de entre 2.000 y 3.000 euros.

Aparcamiento disuasorio

Otra de las medidas a la que están recurriendo los madrileños es la de los aparcamientos disuasorios que hay en la capital para aparcar el coche y coger el transporte público. Hay 20 aparcamientos de este tipo en la capital y 70 en la Comunidad de Madrid, los cuales suman más de 40.000 plazos. En caso de disponer de tarjeta de transporte, son muy económicos.


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