Otro empate, tan común fuera de casa la pasada Liga y la actual como el triunfo, acentúa el declive visitante del Atlético de Madrid, que ha perdido la fiabilidad lejos de su estadio, con sólo un 37 por ciento de triunfos en los últimos 24 duelos, por el 51 que promedia en el global de la era Simeone.
Es uno de los contrastes más evidentes, indiscutible a través de los números, entre la presente versión del equipo y las precedentes con el técnico argentino al frente, repetitiva ya en los últimos tiempos a lo largo de los dos últimos ejercicios de Liga, contando el actual; más cercana a la tendencia que a un momento sólo puntual.
El conjunto rojiblanco ha comenzado esta campaña con dos victorias, dos empates y una derrota en sus primeras cinco salidas. El anterior, completó los 19 desplazamientos del campeonato con los mismos triunfos que igualadas, siete de cada, aparte de cinco derrotas, mientras sostenía la segunda posición como local.
A excepción de su primera campaña, en 2011-12, cuando asumió el banquillo cerca del ecuador del campeonato en lugar del destituido Gregorio Manzano -su balance lejos del Calderón entonces fue de cuatro partidos ganados, cinco empatados y tres perdidos-, en todas las Ligas anteriores siempre ganó más que otra cosa como visitante.
Pero entre 2018-19 y la actual campaña, con un total de 24 partidos a domicilio, de los que venció nueve, igualó nueve, cayó en seis y nada más sumó la mitad de los puntos en juego, 36 de 72, ha promediado un 37 por ciento de victorias, el mismo de empates y un 26 de derrotas, en contraste con los registros pasados de Simeone.
Es un 14 por ciento menos de triunfos respecto a toda la era del técnico argentino como visitante en la Liga, con 77 partidos ganados de 150 disputados, mientras crecen sustancialmente las igualadas -del 26 al 37 por ciento- y las derrotas, del 22 al 26 por ciento. También aumentan los goles en contra, del 0,82 al 0,91 de media, y caen los tantos a favor, de 1,34 a 1,125 por desplazamiento.
En las dos últimas campañas, a la vez, ha mantenido su portería a cero en 10 de los 24 duelos, un 41 por ciento, cuando en el global lo ha hecho con mucha más constancia (73 de 150, un 48 por ciento) y se ha quedado sin marcar en ocho encuentros, una de cada tres visitas, cuando antes lo hacía en una ocasión cada cuatro partidos.
En concreto en este curso, de sus cinco salidas sostuvo su marco indemne en tres oportunidades, con el 0-1 en Leganés, el 0-0 en Valladolid y el 0-2 en Mallorca, y se quedó sin marcar en dos, en el 2-0 contra la Real Sociedad, además del 0-0 en el José Zorrilla, dentro de una tendencia no sólo suya, sino de la mayoría de clubes. El 1-1 con el Alavés de este martes completa sus cinco salidas.
“Van pasando las fechas y cada vez tengo más claras las cosas”, decía Diego Simeone al término del choque en Mendizorroza, en el que dejó como suplente a Álvaro Morata, goleador en los dos encuentros anteriores -tres con el tanto que anotó en Vitoria-, y en el que ni siquiera tomar ventaja en el marcador le bastó para ganar el duelo.
Los focos apuntan al entrenador, por el planteamiento inicial de balones largos a la segunda jugada, transformado en un primer tiempo espantoso, o la suplencia de Morata; sobre el equipo, cuya recuperación no era tal a pesar de los dos últimos triunfos, en la Liga de Campeones ante el Bayer Leverkusen (1-0) y en la Liga contra el Athletic (2-0), y sobre varias individualidades, como Diego Costa, Marcos Llorente -reemplazado al descanso en su vuelta al once 8 jornadas después- o Thomas Lemar, otra vez decepcionante.
Mientras, aguardan otros dos partidos seguidos como visitante, el más inminente el sábado en Sevilla. El siguiente, en una semana en Alemania, contra el Bayer Leverkusen, en la cuarta cita de la Liga de Campeones, donde sí ha encontrado un camino más solvente.
Pendiente de la evolución del tobillo derecho de Joao Félix y de las lesiones musculares de José María Giménez y Stefan Savic, aunque previsiblemente ninguno de los tres estará aún listo para Sevilla, la plantilla tiene este miércoles día libre para volver al trabajo ya el jueves a las 11.00 horas en Majadahonda, con la mirada ya en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, crucial para aún creer en LaLiga.
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